¿Y si se pudiera bloquear a personas en la vida real como en Twitter?

'Black Mirror' es un espejo incómodo para la sociedad tecnológica (en conjunto e individualmente) de occidente. Una de esas series que sorprende desde su punto de partida, que entretiene mientras se disfruta de ella, que impacta en su desarrollo y cuya final deja un poso de reflexión y de incertidumbre en el espectador.

La serie creada por Charlie Brooker golpea con inteligencia sin que nadie pueda intuir dónde estará la premisa de partida para la próxima historia. 'Black Mirror' es en sí misma un bucle. El espectador se resetea tras cada capítulo teniendo la misma sensación de asombro con cada uno de ellos.

Seis episodios -con historias, personajes, tiempos y actores totalmente diferentes- componen las dos primeras temporadas de esta ficción británica que ya tiene confirmada una tercera entrega y que para el mes de diciembre, día 16, estrenará un episodio especial navideño de 90 minutos que en España se podrá ver en el canal TNT el 29 de diciembre.

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Según ha informado el portal RadioTimes.com (el mismo que dio la primicia de este episodio en agosto), este especial de navidad girará en torno a tres historias entrelazadas y está protagonizado por la estrella principal de 'Mad Men', Jon Hamm, por Oona Chaplin ('Juego de Tronos') y por Rafe Spall ('Prometheus').

El personaje de Hamm está presente en las 3 historias que, a juzgar por las primeras imágenes que se han publicado del episodio, juega con distintos tiempos y lugares pues en algunas de esas fotografías el entorno parece futurista.

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Este especial de navidad tiene por título es 'Yuletide', término que hace referencia a las fiestas de Yule con las que se celebraba el solsticio de invierno en la mitología alemana y el paganismo nórdico. Y parece que ambos mundos estarán presentes en este episodio especial, pues una de las tramas arranca con Matt (Jon Hamm) y Potter (Rafe Spall) compartiendo cena de navidad en una casa situada en un remoto lugar en medio de la nieve. Allí departirán y se contarán el relato distintas etapas de su vida aparentando quizá lo que no son.

Tres historias unidas conveniente e inteligentemente y, como ha ocurrido en otras entregas, con gadgets que permiten a los personajes romper barreras entre el mundo real y el virtual fusionando ambos en una única realidad.

Dicen en Channel 4 que este será uno de los episodios más alucinantes y a la vez más espeluznantes ya que también echará mano de fantasmas, como toda buena historia de navidad…

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'Black Mirror' sigue indagando en ese difuso terreno de las actitudes (mezquinas e hipócritas en muchas ocasiones) que las personas son capaces de desarrollar en el uso de internet y las redes sociales; 'Black Mirror' da un paso más allá y pone sobre la mesa la posibilidad de que, con esa ruptura tiempo-espacio que ha traído consigo internet y la revolución tecnológica (todo es instantáneo, todo es viejo ya desde su nacimiento, ya nada ocupa espacio), las actitudes que ahora solo aparecen en el mundo 2.0 comiencen aflorar en el mundo real. ¿Hasta qué punto, si pudiéramos, aprovecharíamos en la vida real muchas de las opciones que nos ofrece internet en nuestro trato con otras personas? ¿Hasta qué punto eso nos haría dejar de ser personas, para reducirnos a una sociedad fría y dependiente de la tecnología que adula?

Cada guion de 'Black Mirror' es una pregunta, una invitación a reflexionar… un golpe de brillantez e inteligencia audiovisual.