Ocio y cultura

Historias de un crucero por Sicilia y Malta

Un crucero es como una ciudad: tiene muchas caras y cada uno puede disfrutarlo de manera personalizada. Éste es el diario de una primeriza en el mundo cruceros que en una travesía por el Mediterráneo descubrió que una semana en un barco da para vivir muchas experiencias.

Costa Cruceros fue responsable de que me aventurase en mi primer crucero, pero no será, ni de lejos, el último. Una semana a bordo de NeoRiviera me ha servido para disfrutar el tiempo de viaje y comprender que hay vida más allá de los pocos centímetros de espacio vital que nos otorgan las compañías aéreas. Además, el concepto de los cruceros ha evolucionado adaptándose a todo tipo de viajeros. ¡Sólo tienes que dejarte llevar!

habitación neoRiviera (1024x683)

Partir de Barcelona y despertar en Sicilia

Y así, disfrutando de un tímido sol de invierno, me adentré en el océano dejando atrás Barcelona. Lo primero que descubrí a bordo es el placer de disfrutar del tiempo entre puerto y puerto. En medio del océano y con unas vistas impresionantes, todas las horas te pertenecen y para disfrutarlas tienes mil actividades durante la travesía.

La verdadera vida de un crucero sucede mientras navegas. La diversión está garantizada: espectáculos, casinos, restaurantes y bares, muchos bares con deliciosos cócteles... Y así, casi sin darme cuenta, desperté en Sicilia: atracamos en Porto Empedocle al amanecer, precioso, desayunamos con vistas a la ciudad y nos aventuramos con una de las rutas organizadas desde el Costa NeoRiviera.

Salimos del puerto en dirección a Scopello, un pequeño municipio de la provincia de Trapani famoso por su almadraba y en cuyos alrededores se encuentra la reserva de los Zíngaros, un rincón del mundo en el que lo único que te apetece quitarte la ropa y saltar al agua. ¡Precisamente lo que hicimos!

Scopello

La reserva se extiende por la parte occidental del golfo de Castellammare, en la península de San Vito Lo Capo, con vistas al Tirreno, entre Castellammare del Golfo y Trapani. Se trata de un territorio que abarca siete kilómetros de costa y casi 1.700 hectáreas de naturaleza perfectamente conservada. Un auténtico oasis en el centro del Mediterráneo.

Cruise Italy 1 (1024x683)

Después de la visita fuimos a almorzar en un restaurante típico de la zona en el que pudimos disfrutar un fantástico cuscús de pescado y otras especialidades de la zona de Marsala, regadas con un fantástico vino local. Y antes de regresar al barco nos detuvimos en Sciacca, una pequeña ciudad situada en la costa del canal de Sicilia, donde descubrimos el patrimonio artístico y cultural del lugar.

Próximo puerto: Malta

Cansados tras aprovechar al máximo nuestro día de excursión, en el barco espera el cálido movimiento del mar acunando nuestro descanso... es tiempo de planear nuestra próxima parada: Malta. Y para comprobar que puedes disfrutar de los cruceros a tú medida, la programamos por nuestra cuenta: alquiler de scotter, visita previa a la oficina de Turismo, un mapa... y todo preparado.

Desembarcamos al amanecer. Saltamos a tierra firme y la aventura no hizo más que comenzar. La capital de Malta, La Valeta, es una ciudad sorprendente, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

La Valeta

La Valeta tiene el tamaño de una ciudad pequeña: fácil de explorar a pie y dispuesta en cuadrículas armoniosas, sus colinas hacen que algunas de sus calles sean tan empinadas que necesitan escalones; y este paisaje urbano de montaña te hipnotiza con sus callejones rectos y estrechos que desembocan en el mar.

A media hora de autopista se encuentra la localidad costera de Marsaxlokk, pequeño puerto en el que se aglomeran pintorescos barcos pesqueros con el ojo de Osiris pintado, tradición que se cree que se remonta a la era fenicia. El paseo marítimo, bordeado de excelentes restaurantes especializados en pescado, es un lugar idóneo para una disfrutar una amena tarde gourmet antes de volver a coger la autopista para dirigirnos a disfrutar de las azules aguas del Mediterráneo.

Marsaxlokk

Las estructuras costeras más imponentes de Malta se ven mejor desde el mar: las espectaculares cuevas de Blue Grotto y las formaciones extraordinarias de Dwejra, en Gozo, son algunos de los puntos más visitados por los viajeros que llegan a Malta, famosa por la cantidad de rodajes cinematográficos que se han desarrollado en su interior.

La visita a las cuevas es muy recomendable. Conocidas por el color turquesa de sus aguas, podemos comprobar que si sumergimos en el agua una mano, ésta también coge un tono turquesa. Los tickets cuestan unos 7 euros por persona y el trayecto dura aproximadamente media hora. El precio incluye un paseo en lancha en grupos de seis personas, entrando en las principales cuevas.

Blue Grotto

De regreso a la ciudad y antes de embarcar, nos permitimos el lujo de cenar en uno de las terrazas de los restaurantes del centro de ciudad, acompasando la cena con una banda de jazz y un buen vino italiano. Una noche de navegación... y fin de nuestra aventura abordo.

Una experiencia maravillosa que nos ha demostrado que los cruceros pueden ser una excelente alternativa para jóvenes con ganas de viajar solos o acompañados. Yo no me equivoqué, elegí perfectamente la compañía.

Texto: Karen Von Burucker

 
  • Cadena SER

  •  
Programación
Cadena SER

Hoy por Hoy

Àngels Barceló

Comparte

Compartir desde el minuto: 00:00