Gases lacrimógenos y disparos al aire en la frontera de Macedonia

Madrid

Son miles de personas, en las peores condiciones imaginables, las que esperan poder cruzar una frontera y, allí, la respuesta que están recibiendo es la de la amenaza militar y policial. El este de Europa trata de cerrar sus fronteras ante la llegada masiva de inmigrantes y refugiados, que se ha intensificado en las últimas horas. Sobre todo en Macedonia donde se ha permitido este viernes tarde la entrada de un centenar de estos inmigrantes, pero donde sigue habiendo enfrentamientos entre policías y refugiados.

El Alto Representante para los Refugiados de Naciones Unidas, Antonio Guterres, ha pedido a Macedonia que ponga en marcha mecanismos para una gestión ordenada y sensible a la situación humanitaria que están viviendo los refugiados. El gobierno de Macedonia se ha se ha comprometido a dejar pasar a 300 personas cada dos horas, a partir de la próxima madrugada. Dice que dará prioridad a los más vulnerables y viajarán hacia la frontera serbia en un tren habilitado específicamente para ello. Los refugiados tratan de cruzar en dirección a Hungría, que pertenece al territorio Schengen. En Hungría les espera otra valla.

ACNUR dice estar alarmada por la situación "cada vez más precaria" en la frontera greco-macedonia y también ha pedido a Grecia que asista a las miles de personas que están atrapadas en su frontera norte. Se estima que son 3.000. En su mayoría, refugiados sirios, afganos e iraquíes.