Hay campaña fuera de la M-30, pero menos

Madrid

La campaña no está solo en los mítines. Ni siquiera en los platós de televisión. La campaña tiene miles de caras y cientos de candidatos, así que hemos decidido recorrer varias provincias de España para saber cuál es el contraste entre las grandes estrategias que diseñan los partidos y la realidad electoral que se vive en la calle.

Este domingo, por ejemplo, valió para explicar el contraste. En el Congreso, acto institucional en plena campaña. Todo eran sonrisas como si no hubiera encuestas. Corrillos en las Cortes y en la calle, con gente que buscaba la foto con el candidato. Aunque luego no le vote. "El amigo de Bertín", gritó una señora al pasar junto a Pedro Sánchez. A Rajoy, no llegó a verle.

El círculo que forma la madrileña M-30 encierra la parte más politizada del país. Basta con salir de ahí y coger distancia para notar que la campaña está en las conversaciones, pero no tanto como el puente festivo de diciembre, las primeras compras de Navidad o incluso la expulsión del Madrid de la Copa del Rey.

Aún llevamos poco de campaña. Aún hay plazas sin carteles. Llegamos al centro de Burgos con niebla densa y las calles llenas de paseantes. Villancicos de fondo. Un hombre celebra el día de la Constitución y reparte ejemplares en un puesto del PP. ¿Usted la reformaría?, le pregunto. "No sé -responde-, yo sólo las reparto". Faltan dos semanas aún para instalar mensajes. Y para atrapar a indecisos.