Cine y TV
REPORTAJE

Las mentiras de las series españolas... (y extranjeras)

¿Hasta qué punto es real lo que vemos y escuchamos en las series?

Así se rodó una escena para el capítulo 1 de la temporada 2 de 'El Ministerio del Tiempo'. En pantalla parecía un ejército completo por obra de los efectos digitales / RTVE

Madrid

A comienzos de los setenta, Antonio Mercero revolucionaba -cámara en mano- una pequeña pedanía madrileña, Santorcaz, de apenas 1000 habitantes. Por obra y gracia de la ficción, pasaba a denominarse Puebla Nueva del Rey Sancho y sus calles, casas y plazas se convirtieron en el plató real de la serie 'Crónicas de un pueblo'.

Algo similar ocurrió años después con Nerja y otras localidades de la comarca que le sirvieron, también a Antonio Mercero, para recrear el pueblo vacacional de la mítica serie 'Verano azul'. Las calles de Sevilla se plegaron al genio de Jaime de Armiñán y Paco Rabal en 'Juncal'.

Series españolas que, durante décadas, se han rodado como si fueran películas prescindiendo todo lo posible de esos decorados construidos a base de maderas y luz artificial, eliminado la cuarta pared para colocar la cámara.

Así se vio en televisión la escena de 'El Ministerio del tiempo' que se rodó tal y como se ve en la imagen que encabeza este artículo / RTVE

Otras, empezando por las comedias y, especialmente a partir de los años 90, llegaron al tácito acuerdo con el espectador de convenir que un tablón de madera pintado de negro eran una calle y que tiendas, casas y establecimientos no eran más que fachadas de madera, con falsos ventanales y colores vivos. Todo ello bajo el techo de una nave industrial que funciona como estudio. Lo hacía 'Farmacia de Guardia', 'Los ladrones van a la oficina'… lo ha hecho 'Aída' o 'Vive Cantando' y lo lleva haciendo desde hace unos cuantos años 'La que se avecina' y, con matices, 'Cuéntame'.

Pero en la ficción televisiva, como en el resto de aspectos de la vida, la tecnología digital ha cambiado la forma de pensar y hacer; es decir, la manera de crear y de producir como. Hoy en día, los guionistas crean historias pensando en paneles verdes mientras que los actores dan vida a sus personajes rodeados de esos paneles que unas veces prometen ser un rocoso castillo medieval y en otras ocasiones el más árido de los desiertos. Son los VFX o efectos digitales; la magia que permite que, por ejemplo, el espectador crea que los protagonistas de 'El Príncipe' se mueven por las calles de Ceuta cuando, en realidad, se encuentran en un polígono de San Sebastián de los Reyes. El mismo truco que posibilita que las Galerías Velvet luzcan majestuosas en mitad de la Gran Vía de los años 50 cuando lo que ven los actores y el resto del equipo de la serie es una fachada de madera de menos de 3 metros de alto y poco más de 10 metros de largo situada en un parking exterior de otro polígono industrial.

"Ahora mismo no hay una serie que no lleve digitales, aunque sea para limpiar cosas. Sobre todo para ayudar al departamento producción, para no tener que ir a desplazamientos y cosas así", explica Johnny Yebra, director de fotografía y responsable de Area51, empresa especializada en este tipo de trabajos. Se ha encargado de los efectos digitales en diferentes películas y en series como 'Hermanos', 'Los nuestros', 'Aquí Paz y después Gloria', 'Tierra de Lobos' y, actualmente, trabajan con 'Allí abajo' y 'El Caso', ficción que TVE estrenará esta primavera [VER MÁS]. Gracias al trabajo de esta empresa, una oscura habitación de un edificio de Sevilla se convierte en una taberna vasca junto a la playa de la Concha en la serie 'Allí abajo'.

Así es realmente la fachada de las galerías 'Velvet', con los paneles verdes para poder extenderla digitalmente / DAVID REDONDO

"Todo lo que es la tecnología de postproducción ha avanzado muchísimo. Hace ocho o diez años era prohibitivo porque las máquinas eran carísimas. Todo eso se ha ido democratizando un poco más -por la competencia-, por eso se pueden ir haciendo más cosas. Con los presupuestos con los que trabajamos ahora, hace 10 años sería imposible, harías un par de cromas", apunta Yebra a la vez que reconoce que otro de los factores que explican el boom de los VFX en las series españolas -en producciones norteamericanas y europeas, esto viene de más lejos- ha sido la formación de productores y directores: "Hace uno años no controlaban y no sabían muy bien qué querían hacer con los cromas".

De esto da buena fe Javier Olivares, creador, guionista y productor ejecutivo de 'El Ministerio del Tiempo'. Es fácil escucharle hablar de las muchas y grandes posibilidades que esta tecnología da a los creadores, que ya no están obligados a que toda la historia de la serie que escriben suceda en la veintena de decorados construidos en un plató. "Los VFX son una gran ventaja. Sin duda. Porque con ellos vemos cosas que mostrarlas sería inalcanzable económicamente", explica.

En el caso de la alabada serie de La 1, la empresa encargada de esta tarea es USER T38, cuya carta de servicios también se extiende a cine y publicidad. ¿Por qué se eligió esta para 'El Ministerio del Tiempo'? "Estuvimos viendo varias opciones, pero fue elección directa de Marc Vigil, director de la serie", comenta Olivares.

El precio de los efectos digitales

En este punto, haría falta un cartel que diga: "usted está entrando en una zona de acceso restringido". En el sector audiovisual, nadie quiere hablar nunca de dinero. La queja existe perennemente, pero casi nadie se anima a poner cifras concretas a su lamento. Por un lado, los productores piensan que los efectos digitales de sus series son muy caros; por otro, las empresas de VFX consideran que prácticamente están al límite de lo que pueden cobrar. Es lógico que este tipo de situaciones se dé en un sector como el audiovisual español donde con poco dinero se levantan algunas producciones envidiables.

No obstante, todos los productores consultados coinciden en un mismo punto: merece la pena pagar por los VFX, porque mejoran mucho la serie y porque, a la larga, abaratan su producción.

¿Cómo se fija la partida para efectos digitales del presupuesto de una serie? "Esa es la parte más compleja", explica Yebra, "Intentas hacer un pacto con el primer guion, con el que ya ves por dónde pueden ir los tiros del resto de capítulos. Pactas la cantidad de cromas que puedes llegar a resolver con el presupuesto que el productor de la serie destina a VFX y así determinas la gente que puedes contratar". Admite que en años anteriores, el desconocimiento de productores en cuanto a VFX les ha llevado a acercarse hasta su despacho proponiéndole cantidades irrisorias, imposibles de llevar a cabo: "alguno quería 150 cromas por capítulo con 2000 euros de presupuesto por episodio", recuerda riendo.

HBO

En España, en general, las empresas de efectos digitales trabajan como si fueran primas hermanas de las productoras, codo con codo y, en ocasiones, poniendo de su parte más de lo exigible. Es lo que ocurre con 'El Ministerio del Tiempo', serie en la que se aprecia una clara mejora en esta apartado con respecto a su primera temporada: "Todos hemos aprendido de la primera. Y en efectos digitales no ha sido una excepción. Por temas de presupuesto habrá capítulos en los que habrá más y en otros, menos. Tenemos que ajustarnos mucho porque el esfuerzo de USER llegó un momento que era excesivo y nada rentable. Tienen un pundonor que impresiona. Ellos consideran a 'El Ministerio del Tiempo' su serie. Y tienen razón, porque sin ellos, esta serie no sería la que es", confiesa Javier Olivares. Este creador y productor responde con un rotundo "no" a la pregunta de si su serie hubiera sido posible desarrollarla hace 20 años con el actual presupuesto. Otra muestra más del valor de esta tecnología.

El coste de los VFX no es un asunto baladí, ya que es lo que delimita hasta dónde se puede llegar en este campo. "Tu creatividad la puedes exprimir todo lo que tú quieras, pero siempre es una cuestión económica porque para eso necesitarás más gente. Cuanto más presupuesto tienes a más personas puedes poner a trabajar", explica Yebra. "En 'El Caso' tenemos un equipo de cinco personas trabajando en exclusiva en esta serie". Cantidad nada comparable a al grupo de profesionales que puede dedicar una empresa como 'El Ranchito' para trabajar en los efectos y la postproducción digital de series como 'Juego de Tronos', 'Boardwalk Empire' o Vinyl'. Desde hace unos años, HBO confía en esta empresa española parte de los VFX de sus series más ambiciosas.

Actores más guapos, gracias a los VFX

Otra de las mentiras que nos cuentan las series por culpa de la tecnología de los efectos digitales es la belleza sin mácula de los actores que las integran. Ya se sabe que, antes de ponerse a rodar, pasan por una larga sesión de maquillaje y peluquería. Lo que quizás sea menos conocido por los espectadores es que gracias al minucioso trabajo de los expertos en VFX, a los actores se les limpia imperfecciones fotograma a fotograma: "Se les hacen muchos retoques. Muchísimos [ríe]. Sobre todo a las actrices. Se les quitan granos, arrugas… se les hacen un montón de cosas. Se les hace un lavado de cara integral", explica Johnny Yebra.

Limpiar fotograma a fotograma es lo que exigen las series ambientadas en otras épocas, para corregir en el paisaje elementos que puedan resultar anacrónicos con la etapa en la que sucede la trama: "En 'El Caso' también nos ocupamos de limpiar digitalmente aires acondicionados, señales modernas… cuando la escena se ha rodado en exteriores".

Y si lo rodado es dentro del plató -como en 'Veltet' o en la nueva serie de la productora Bambú, 'La embajada', ambientada en Tailandia y rodada en platós de Madrid- los VFX son también toda una bendición: "Al ser una serie de época", explica Yebra en referencia a 'El Caso', "no nos vale rodar en calles de Madrid. Nosotros estamos haciendo calles de Madrid en 3D. Se está haciendo toda la Gran Vía, la calle Sevilla, coches en circulación… También estamos haciendo prolongaciones de calles: construimos en plató el portal y 10 metros de acera y todo lo demás se proyecta digitalmente" [VER VÍDEO INFERIOR]

Según cuenta este director de fotografía que ha reconducido su carrera especializándose en esta tecnología -aunque sigue ejerciendo también de lo primero-, cuando se habla de VFX cabría hacer una gran división: "Podemos diferenciar los efectos digitales en dos partes: lo que viene siendo una composición normal en croma que tú lo que haces es poner un vídeo o una fotografía, eso podríamos considerarlo un trabajo en 2D. Y luego trabajar ya en 3D, que tiene el problema de los renderizados. Un fotograma en 3D es sencillo, pero cuando tienes una secuencia de 5 segundos de ese 3D necesitas ordenadores mucho más potentes que con los que se funcionan habitualmente. Lo que se hace es recurrir a granjas de render". Para entendernos, el tratamiento de imágenes en 3D consume muchos recursos en ordenadores convencionales por lo que, a veces, hay que enviar esos proyectos digitales a enormes naves que albergan grandes computadoras que se reparten ese trabajo de tratamiento de la imagen.

Cabe imaginar, es mucha la dificultad para conseguir que el espectador que ve una serie como 'Isabel' (de cuyos efectos se encargó la empresa Línea 64) o 'El Ministerio del Tiempo' se crea que en el capítulo participa un ejército de cientos de hombres cuando, en realidad, son menos de una decena; o que el detective Víctor Ros pasea tranquilamente por la Puerta del Sol a finales del siglo XIX cuando realmente Carles Francino -el actor que lo interpreta- está en un polígono industrial rodeado de paneles verdes.

Para lograr todo esto, no solo hace falta mucha tecnología, mucha dedicación y talento, sino la especialización de quienes trabajan en el área de los VFX. No todos hacen de todo: "Por un lado están los compositores, que son los que componen los planos, los que hacen los cromas. Luego están los especializados en 3D, otros en explosiones, en fluidos, en arquitecturas… Cada equipo tiene su especialización", expone Yebra quien también indica lo necesario que es que en el rodaje haya presencia de profesionales de los VFX: "Lo normal es que haya una o dos personas que estén supervisando ese rodaje porque, quizá, una tontería como poner o no un figurante delante puede complicar mucho la labor. Hay que estar muy pendiente. Hay muchos directores que ya controlan bastante cómo hay que hacerlos, pero sí, hay que estar asesorando continuamente".

Así que, ya saben, antes de elogiar el paisaje de una serie o de intentar visitar el castillo que aparece en otra o de enamorarse perdidamente de un actor o actriz por su belleza, asegúrense de que lo que están viendo no es obra del ordenador y de unos tipos con mucho talento que trabajan minuciosamente durante horas para que las mentiras que nos cuentan las series sean cada vez más creíbles.

 
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