Rivera, dispuesto a mantener al PP en el poder si Rajoy se marcha

Madrid

Los escaños que consiguió en las urnas solo le permitieron optar a un papel secundario. Sin embargo, Albert Rivera no renuncia a convertirse en el actor protagonista de la negociación para formar Gobierno. Tras lograr que el PSOE firmara un acuerdo que saca a Podemos de la ecuación, Ciudadanos sigue intentando sumar al PP. Y lo quiere hacer sin desvelar la incógnita: ¿Quién sería la parte que podría liderar ese Ejecutivo? Mariano Rajoy “no”, pero otro candidato “quizás”. La formación quiere que las filas de Génova entiendan que hay una vía que supone la renuncia de su líder pero por la que podrían recuperar la iniciativa y mantenerse en el poder.

Tras asegurar este martes en una entrevista en Antena 3 que con “otro candidato distinto a Rajoy, cambia todo”, fuentes del entorno de Rivera explican que no renuncian a contar con el PP “como han defendido desde el inicio de la negociación”. “Quién sea el presidente del Gobierno nos importa poco”, reiteran estos días. A pesar de sellar un acuerdo con el PSOE en el que se comprometieron a votar a favor de Sánchez en la pasada investidura, desde la Ejecutiva de Ciudadanos aseguran ahora que los conservadores tienen “las mismas opciones” que los socialistas de contar con sus cuarenta apoyos. Eso sí, matizan que antes tienen que sentarse a hablar del documento con más de doscientas reformas y reconocer que Rajoy no está capacitado para ponerlo en marcha.

En la formación quieren que los miembros del PP vean al presidente en funciones como lo ven ellos; como un problema para que el partido pueda formar parte de la nueva etapa política. Por eso apelan a aquellos que en Génova creen que Rajoy debería dar un paso al lado. En Ciudadanos les piden que alcen la voz. “Los votantes del PP quieren acabar con la corrupción y con los aforamientos, garantizar la unión de todos los españoles, que no se suban los impuestos y seguir siendo responsables y flexibles dentro de Europa, pero su candidato no”, asegura un miembro de la dirección, que como otros incitan a la sublevación interna.

Tras la investidura fallida de Sánchez la formación vuelve a tender así la mano al Partido Popular. La estrategia pasa por intentar que los equipos negociadores de PP, PSOE y Ciudadanos se sienten a negociar basándose en el documento cerrado ya con los socialistas y que “acepta matices y mejoras”. Los de Rivera se muestran dispuestos a añadir medidas que “contenten” a los conservadores y evidencien que sobre el papel un acuerdo a tres es posible. “Cuando haya consenso en las medidas y en las reformas hablaremos de nombres y sillas”, vuelve a repetir un miembro del equipo negociador que insiste en que “ya no hay candidato designado por el rey”, y por lo tanto Sánchez no tiene la iniciativa por delante de Rajoy.