La zarzuela 'Iphigenia en Tracia' vuelve a Madrid después de tres siglos
La zarzuela barroca de José de Nebra se vuelve a estrenar en el Teatro de la Zarzuela 269 años después de su primer estreno
Madrid
Iphigenia vuelve a los escenarios. Sigue en Tracia pero esta vez se sube a las tablas del Teatro de la Zarzuela y no a las del Teatro de la Cruz, como cuando se estrenó en 1749. “La trama es el reencuentro entre Iphigenia y su hermano Orestes, de lo que realmente hablamos es del perdón y de asumir al otro, que son dos sentimientos universales, no importa la época”, explica Daniel Bianco, director del Teatro de la Zarzuela. Una obra que cuenta con Pablo Viar como Director de escena y que tiene dos objetivos claros: “presentar el argumento con una claridad que permita seguir los distintos sucesos fácilmente y, a la la vez, crear un espacio escénico que permita disfrutar de la música de Nebra y de las voces de las intérpretes como merecen”, añade Viar.
- REPARTO
Esta zarzuela barroca nos acerca al universo de los mitos griegos, de la interpretación de los sueños y de la naturaleza compleja del amor. Iphigenia es sacerdotisa en el templo de la diosa Diana, en la isla Taúride (el autor confundió la Tracia con la Táuride cuando escribió el libreto en 1747); Orestes, su hermano, llega a la isla en el momento en que la princesa local, Dircea, está a punto de casarse con su prometido, Polidoro. La llegada del joven altera los planes: la princesa se enamora de Orestes y, a su vez, Polidoro lo hace de Iphigenia, la cual no sabe que Orestes es su hermano y debe matarlo para cumplir el mandato de la diosa Diana. El contrapunto terrenal lo ponen los sirivientes, Mochila y Cofieta, que parodian las emociones de los protagonistas y se ríen de las convenciones: “somos la pareja graciosa de la producción, somos las dos mezzos y no es casualidad: ellas [el resto del elenco] son cuatro sopranos, son deidades, la nobleza, y nosotras somos los personajes de la tierra, los que se ríen de todo”, explica Mireia Pintó, Mochila en la obra.
Este libreto de Nicolás González Martínez y con música de José de Nebra cuenta, en esta ocasión, con el pintor Frederic Amat como escenógrafo: “la música y la poesía son mi motor para crear, la música de Nebra es inspiradora… Yo de ninguna manera quiero narrar, lo que quiero es sugerir, es crear un espacio escénico que se convierta en un instrumento musical”, relata Amat.
- EQUIPO ARTÍSTICO
El espacio escénico es un instrumento musical y los instrumentos musicales se revelan en esta obra como un personaje más: “Abajo, en el foso, pasan cosas muy simples pero que dan dramaturgia, que dan juego, por ejemplo, imitaciones… De repente la orquesta se convierte en el séptimo personaje”, explica Francesc Prat, el director musical del proyecto.
La orquesta completa un elenco formado por seis mujeres, encabezado por María Bayo en el papel de Iphigenia; y lo completan Auxiliadora Toledano (Orestes), Ruth González (Dircea), Erika Escribá-Astaburuaga (Polidoro), Lidia Vinyes-Curtis (Cofieta) y Mireia Pintó (Mochila. “Era muy de la época esto de actrices que cantaban, en la zarzuela barroca los hombres no estaban… Me gustó mucho la idea de seis mujeres en el escenario”, afirma Daniel Bianco. Un grupo de mujeres que, tres siglos después, nos devuelven a lo mejor del barroco español. Iphigenia en Tracia se estrena el 15 de noviembre en el Teatro de la Zarzuela y se representará hasta en cinco ocasiones hasta el 27 de noviembre.