Visto para sentencia el juicio de las tarjetas black: "Nada que añadir, señoría"

San Fernando de Henares

Cuatro meses y veintiséis sesiones después, el juicio por las tarjetas black de Caja Madrid ha quedado visto para sentencia en la Audiencia Nacional. "Nada que decir, señoría", han dicho 64 acusados cuando la presidenta del tribunal les ha instado a hacer uso de su última palabra. Primero Miguel Blesa, después Rodrigo Rato y detrás el resto de encausados por el uso de los plásticos opaco: sólo Virgilio Zapatero ha hecho uso de la última palabra. 

Termina así un juicio de casi treinta sesiones que arrancó el pasado 26 de septiembre y en el que la Fiscalía pide un total de más de 180 años de prisión y multas por valor de casi cuatro millones de euros para los 65 acusados que se han sentado en el banquillo de la Audiencia Nacional. Algunos abrazos entre imputados y abogados a la salida del juicio antes de que los principales imputados - Blesa, Rato o Sánchez-Barcoj - se marchasen sin hacer declaraciones.

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Sólo Virgilio Zapatero, exministro socialista con Felipe González, ha decidido hacer uso de su derecho a la última palabra para pedir su absolución. Ha destacado que devolvió unos billetes comprados para un viaje académico en septiembre de 2011 cuando comprobó que había cargado un gasto personal a la tarjeta de la caja: "Éste dato prueba sobradamente la buena fe en mi comportamiento, la mesura en la utilización de la tarjeta. Estoy convencido de que esta sala, la representacion del Estado de Derecho, sabrá encontrar la solución justa y en mi caso pondrá fin a este largo tiempo de calvario o pesadilla que empezó cuando recibí la primera notificación del juez, y  que hasta hoy son 739 días de pesadilla".

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A la salida, Andrés Herzog, abogado de una de las acusaciones populares que han participado en este proceso, ha asegurado que "esperamos una sentencia rápida y ejemplarizante, la sociedad lo necesita después de todo lo que ha sufrido con la crisis".

Las "cenas-coloquio" de Díaz-Ferrán

Antes del turno de últimas palabras, el letrado del expresidente de la CEOE, Gerardo Díaz-Ferrán, para solicitar la absolución del único acusado en prisión en este juicio: “Hay una actividad probatoria mínima, por no decir inexistente”, ha dicho el abogado después de reprobar las palabras de algunos abogados que han cargado a lo largo de sus informes finales contra el Fiscal del caso, Alejandro Luzón. “Ningún Fiscal pierde un pleito”, ha dicho.

Ha defendido el abogado que Díaz-Ferrán nunca utilizó su tarjeta para gastos personales: “La recibió con una sola función, para gastos inherentes al cargo de consejero no ejecutivo de Caja Madrid, y es lo que vino haciendo durante los seis años en los que estuvo”, ha asegurado. Su objetivo era organizar “cenas-coloquio” para dar a conocer el negocio hipotecario de la caja, “entre otros, en restaurantes de Arturo Fernández”. Según los gastos contenidos en la causa, el expresidente de la CEOE gastó más de 76.000 euros en los restaurantes de su homólogo en la patronal madrileña.