Descubren la asombrosa técnica que permite a los geckos correr sobre el agua

Madrid

Muchas han sido las personas que han intentado caminar sobre el agua a lo largo de la historia. Desde el pastor Jonathan Mthethwa, que fallecía devorado por cocodrilos tras intentar caminar sobre un río infestado de estos reptiles, hasta el mago Dynamo, quien decidió recorrer el río Támesis a pie. Sin embargo, el ser humano no es una de las especies que disponen de esta habilidad.

Sin embargo, existen más de 1.200 especies que pueden caminar sobre el agua. A través de un estudio recogido por National Geographic, el profesor de matemáticas aplicadas del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT) especializado en fluidodinámica, John Bush, reconocía en 2014 que un gran número de especies han desarrollado la habilidad de caminar sobre el agua, desde pequeños insectos como el zapatero hasta reptiles como el basilisco común.

La técnica del gecko

Entre ellos podemos encontrar al gecko. Un pequeño lagarto, que destaca por su rapidez y agilidad, que es capaz de caminar sobre el agua a más de un metro por segundo. Con el objetivo de conocer más acerca de la técnica empleada por este reptil para aplicarla posteriormente en los robots de rescate del futuro, un equipo de investigadores de las universidades de Oxford y Rockefeller ha desarrollado una investigación que ha sido publicada recientemente en la revista de divulgación científica Current Biology.

Para ello, el equipo de investigadores decidió llevar varios ejemplares de gecko de cola plana a su laboratorio, donde también se colocó un tanque de agua alargado con un tablero fijado en su parte superior. A continuación, y después de variar la tensión superficial del fluido mediante un poco de jabón, los científicos investigaron el comportamiento del animal sobre el agua a través de una cámara superlenta.

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La aplicación de esta técnica al campo de la robótica

De esta manera, los científicos pudieron observar que esta hazaña era posible gracias a la colaboración de varios componentes del cuerpo del animal, que aprovechan tanto la tensión superficial como el golpeo del agua para desplazarse. En primer lugar, el gecko golpea la superficie del agua con sus patas, creando bolsas de aire que mantienen la mayor parte de su cuerpo a flote.

A continuación, el gecko se aprovecha de su piel impermeable y su cola para estabilizarse sobre estas bolsas de aire, que le permiten impulsarse hacia delante y continuar su travesía por el agua. Tras descubrir este mecanismo, los investigadores aseguran que podrían aplicar la técnica de los geckos al desarrollo de robots diseñados para tareas de rescate.