Rull justifica no obedecer al Constitucional por su "falta de legitimidad moral"

Madrid

El exconseller Josep Rull ha empezado este miércoles su declaración en el juicio al procés independentista reconociendo que apercibido varias veces apercibido por el Tribunal Constitucional y que tanto él como el Govern decidieron seguir adelante con varias iniciativas independentistas ponderando la "falta de legitimidad moral" del tribunal "por ser sistemáticamente instrumentalizado por el Gobierno del Estado".

A preguntas de la exfiscal general del Estado, Consuelo Madrigal, el exconseller de Territori ha seguido la línea argumental marcada ayer por su compañero de partido Jordi Turull criticando que el ejecutivo de Mariano Rajoy impugnase continuamente normas del Parlament catalán ante el tribunal de garantías. "Nosotros ponderábamos siempre los dos elementos, imperio de la Ley y principio democrático". Más tarde ha añadido que el tribunal de garantías tiene un "déficit importante de autoridad moral".

En prisión sin fianza desde marzo del año pasado, la Fiscalía pide 16 años de cárcel para Rull por rebelión y malversación, acusándole de impedir el atraque de un buque destinado al alojamiento de policías en el puerto de Palamòs. El pasado mes de abril, ante el juez Llarena, el exconseller de Territori afirmó que este juicio "será un mero trámite", dando por hecho la condena y poniendo su futuro en manos de la Justiia europea.

Por el momento, Rull no ha hecho este tipo de razonamientos aunque al comienzo del interrogatorio sí ha dicho que es un diputado del Parlament suspendido al "aplicar de manera clara y, creo, con sesgo político" el artículo 348 bis de la Ley de Enjuiciamiento Criminal tras procesarle y encarcelarle. También se ha quejado de no poder declarar en catalán con traducción simultánea, asegurando que "tengo la sensación de que aún se ve la lengua catalan como una amenaza o un problema". El juezManuel  Marchena ha contestado: "El tribunal no ve la lengua catalana como una amenaza ni nada similar, no es cierto al menos", ha dicho.

La violencia del 1-O

El exconseller de Territori, en prisión sin fianza desde marzo, se ha referido también a la jornada del referéndum ilegal, atribuyendo los disturbios a Policía Nacional y Guardia Civil. "Jamás me hubiese imaginado que las fuerzas de seguridad del Estado desplegarían el nivel de violencia que desplegaron", ha dicho, añadiendo que "donde actuaron los Mossos no hubo ningún problema".

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Rull ha explicado, como hizo ayer Turull, que desde el Govern hicieron "una ponderación" a la hora de decidir si acataban la orden del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya de impedir el referéndum y requisar el material. "Interpretamos que aquello que había ocurrido el 9-N y el planteamiento sensato de la Fiscalía entonces apelando a la ponderación de bienes y males, aquello se podía plantear en términos similares".

La malversación

Josep Rull ha seguido la estrategia trazada ayer por Jordi Turull y ha reconocido que los acuerdos del Govern contemplaban el uso de dinero público para el referéndum, pero ha negado tajantemente haberlo hecho finalmente. "Si por casualidad se encontrase - que no lo van a encontrar - algún gasto concreto, quien asumiría la responsabilidad seríamos los consellers del Govern de Catalunya", ha explicado.

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Como hizo ayer Turull, el exconseller Rull ha negado saber de dónde salieron las urnas o las papeletas. "Las había, desconozco dónde se imprimieron pero estar estaban", ha dicho. Días antes del 1-O afirmó públicamente que habría urnas, pero no porque supiera dónde estaban o de dónde saldrían: "Tenía la convicción de que aparecerían y aparecieron, tenía una confianza íntima en mi país, en nuestra gente, para articular el 1-O".

Atraque en Palamòs

A preguntas de la fiscal, Rull también ha negado que negase el atraque a un buque en Palamòs que iba a ser destinado a alojar policías. "Ports rechazó la entrada como hubiese rechazado la entrada de cualquier otro buque en condiciones similares: no utilizó los mecanismos establecidos para solicitar el amarre en un puerto". Pidió amarrar, ha explicado, para reparar camarotes durante 20 días.

"Tendríamos que haber desactivado toda la actividad ordinaria comercial o de cruceros, los cruceros son la joya de la corona del puerto de Palamòs, hubiese sido una irresponsabilidad hacerlo en los términos de esa solicitud", ha explicado.