Condena firme de 35 años de cárcel para el pederasta de Friol por violar a su hijo

Madrid

El Tribunal Supremo ha decidido confirmar una condena de 35 años de cárcel para un vecino de la localidad lucense de Friol que durante años violó tanto a su hijo como a dos de sus amigos, todos menores de edad. La sentencia también declara firme su obligación de indemnizar con un total de 70.000 euros a sus tres víctimas por tres delitos de agresión sexual y otro más de violencia psíquica en el ámbito familiar.

La sentencia del alto tribunal, a la que ha tenido acceso la Cadena SER y de la que ha sido ponente el magistrado Andrés Martínez Arrieta, describe cómo este hombre encerró a su hijo menor de edad en su casa, sin permitir que se relacionase con otros jóvenes de su edad y violándole delante de una webcam en un contexto de "absoluto sometimiento y manipulación psicológica".

Estas agresiones sexuales se repitieron entre 2014 y 2016, tanto en la casa de Friol como en la tienda de electrodomésticos que regentaba en esta localidad lucense de menos de 4.000 habitantes, y también sobre los dos únicos amigos de la víctima, también menores de edad. Les amenazaba con contarlo a sus familias y compraba su silencio con regalos como cargarles el saldo del teléfono móvil.

Los jueces de la sala de lo penal del Tribunal Supremo confirman la sentencia del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia que le impuso un total de 35 años de presidio: "Constatamos la correcta enervación del derecho fundamental a la presunción de inocencia derivada de la pluralidad de la prueba testifical practicada en la causa, así como las periciales y documentales aportadas".

En prisión desde 2016

Este vecino de Friol ingresó en la prisión gallega de Bonxe en abril de 2016 después de ser detenido e interrogado por primera vez. A lo largo del proceso su defensa intentó, sin éxito, desvirtuar las declaraciones de las víctimas, llegando a afirmar que "hablamos de familias desestructuradas y hay que tomar las declaraciones que efectúan con toda la cautela del mundo", añadiendo que "no vienen de chavales que tienen una vida normal, por desgracia".

Ampliar

La sentencia que ya es firme también confirma que pierde la patria potestad sobre su hijo, le impone una orden de alejamiento de un kilómetro durante otros dieciséis años más, además de varias décadas de libertad vigilada. El Supremo destaca, entre otras cosas, "las huellas psicológicas que padecen las víctimas", todas afectadas por estrés postraumático tras las agresiones sexuales.