Economia y negocios
Brexit

En guardia ante el 'brexit': consecuencias de un divorcio

La economía española comenzó a mirar fuera para salir de la crisis, una estrategia de internacionalización que ha hecho crecer en número y volumen nuestras empresas exportadoras. La administración Trump y ahora los peligros de un 'brexit' duro preocupan en dos de los sectores más exportadores de nuestro país: el de la automoción y el agrícola

Artwork "Yet Another Fine Mess You've Got Us Into" creado por Guy Morris / Hannah McKay Reuters

Madrid

En 2018, España exportó a Reino Unido casi 19.000 millones de euros en diferentes productos, según el Instituto de Comercio Exterior (ICEX). Es el 6,7% de todas las exportaciones españolas a un país que constituye el quinto mayor mercado externo de nuestras empresas. Pero en el vértigo constante del 'brexit', los mayores exportadores españoles a Reino Unido se mueven inquietos ante la posibilidad que nadie desea: una salida de la Unión abrupta, una ruptura que pondría dificultades económicas y burocráticas superadas hace décadas. Dos sectores serían los más perjudicados, el de la automoción y el agrícola-alimentario.

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Cada año las empresas radicadas en España venden a Reino Unido más de 300.000 vehículos, una cifra que se traduce en 3.600 millones de euros de retorno. “Es nuestro tercer mercado más importante después de Francia y Alemania”, subraya la portavoz de la Asociación Nacional de Fabricantes de Automóviles (Anfac), Noemi Navas.

Los coches fabricados en España gozan de un excelente mercado en Reino Unido, donde el sector de la automoción paga casi desde el inicio de la activación del artículo 50, el del abandono de la Unión Europea, el precio de salida. La Sociedad de Fabricantes y Comerciantes de Automóviles de Reino Unido (SMMT en sus siglas inglesas) ha cifrado el coste del ‘brexit’ en más 5.600 millones de euros producto de las barreras arancelarias que regirían en las dos direcciones, los coches que entran y lo que los británicos exportan.

“Genera mucha preocupación porque es un mercado muy importante. Lo que hemos hecho para adaptarnos, en general la economía española, ha sido intentar depender menos del mercado de los países de la Unión Europea”, explica la portavoz de Anfac. El temor despertado por el efecto ‘brexit’ animó a los fabricantes españoles a diversificar mercados. En los últimos dos años, sus ventas al Reino Unido han pasado de suponer el 14% al 12% del total.

Hoy se venden vehículos españoles en unos 120 países y han crecido los intercambios hacia China, Singapur y los países del norte de África; pero una ruptura dura con Reino Unido aún supondría un enorme golpe. El Ministerio de Comercio Exterior británico ha comenzado a hacer sus cálculos, según los cuales, para proteger las empresas de casa, podrían imponer a los coches españoles unos aranceles de entre el 10% y el 16%.

“Serán menos competitivos, desde luego. El factor precio es muy importante a la hora de comprar un coche y los vehículos españoles contarán con esta desventaja si hay que pagar aranceles en Reino Unido con respecto a sus competidores” internos señala Noemi Navas. Unos aranceles como los previstos pueden tener un impacto “bastante importante y encarecer los vehículos en hasta 370 millones de euros”, admite.

España el sexto país más afectado

Mientras Theresa May y el Parlamento británico siguen coqueteando con el abismo y en un último giro han apuntado este domingo que podrían no llevar el acuerdo que tienen entre manos a votación a menos que tengan garantías de su aprobación por los Comunes, las dificultades de la vida real siguen echando raíces. Un informe de la consultora Oliver Wyman señalaba esta semana a España como el sexto país de la Unión Europea al que más le afectaría un 'brexit' duro.

La automoción a la cabeza de los perdedores, pero seguida de cerca por otras dos áreas: la agricultura y alimentación, muy destacada, y después el sector textil. Estas dos, sumada a los vehículos, suponen casi la mitad de lo que la economía española vende a Reino Unido. El gobierno ha desarrollado en la web de Moncloa el apartado ‘Preparados para el brexit’, donde informa puntualmente de la situación de las negociaciones y, aunque las compañías buscan controlar el golpe, admiten que no será fácil.

El impacto en el textil dolerá especialmente a Inditex y con ello a Galicia, aunque el gigante de la moda ha intentado transmitir calma asegurando que podrá soportarlo. El 30% de las exportaciones gallegas son ropa y la mayoría, claro, pertenece al conglomerado de Amancio Ortega. También sufrirían especialmente Castilla y León y Valencia.

Aquella solución a la crisis: la exportación

La crisis económica, que hundió la economía occidental a partir de 2007, llevó al gobierno español a tratar de fomentar la internacionalización como salida. Ante un mercado interno roto, buscar compradores fuera. Fue entonces cuando nació lo que conocemos como la “Marca España”, con intención, entre otras, de mejorar la imagen de nuestro país y su capacidad para competir comercialmente en el extranjero.

Lo cierto es que nuestras exportaciones han crecido en los últimos años de forma notable. En 2018, 51.000 empresas españolas tenían el mercado exterior como una de sus patas destacadas de negocio, un 2,4% más que el año anterior, y España es hoy la segunda economía de las grandes de la Unión por peso exportador sobre el PIB, solo superada por Alemania.

El buen comportamiento permitió importantes tasas de crecimiento. El problema es que la misma crisis que impulsó a las empresas españolas a abrirse al exterior ha traído consigo la reacción conservadora y el triunfo electoral de opciones proteccionistas. “Ya nos ocurrió con los aranceles a la aceituna negra en Estados Unidos, que fueron un desastre, y ahora podría sumarse esto”. Esto es el ‘brexit’, según apunta Ignacio López García-Ansejo, Director de Relaciones Internacionales del sindicato agrario ASAJA.

1000 camiones diarios de comida española

Las dificultades económicas que significarían los aranceles son más fáciles de calcular que la pérdida de tiempo y eficiencia que traerán consigo las fronteras y controles. Alrededor de 1.000 camiones cruzan cada día el Canal de la Mancha, según datos del sector, para llevar productos españoles de alimentación a Reino Unido. Un mal ‘brexit’ supondría multiplicar los pasos necesarios para que esas mercancías puedan ingresar en el país.

“Ellos compran mucha alimentación fuera. Más o menos el 40% de los alimentos que consumen son de importación y muchos españoles”, señala García-Asenjo. Su sector exporta 4.000 millones de euros anuales a este país y constituye una destacada fuente de empleo en España, especialmente en el rural, “que es lo más vulnerable ya por la despoblación”, apunta preocupado.

El responsable de ASAJA afirma que llevan tiempo instando a desarrollar planes de contingencia para todos los escenarios posibles; pero no existe un solo plan aplicable a todas las empresas de un sector tan diverso. Algunas compañías están optando por acumular ahora mercancías allí, para esquivar, al menos por un tiempo, lo que podría venir y evitar así la escasez de productos si las cosas se precipitaran.

El sector de las bebidas puede hacerlo, pero para la charcutería, la carne, el jamón es más complicado”, señala Ignacio. “El nuestro es un sector estratégico de la economía española y del que dependen muchas familias”.

¿Y el turismo, otra pata de la recuperación?

De acuerdo con los datos de la Encuesta de Gasto Turístico (Egatur), los británicos se gastaron en el pasado año 18.000 millones de euros en sus vacaciones españolas. No todo el montante llega a nuestro país, pues de él habría que descontar aspectos como el billete de avión comprado para venir o las comisiones de agencias de viajes; pero un importante porcentaje corresponde a lo que compran aquí.

Para el sector servicios, la venta de una cerveza a un turista inglés supone una forma de exportar. Los datos corresponden a un año en el que todavía rige la completa libertad de movimientos, pero en caso de ‘brexit’ duro, pese a la voluntad de las partes, podrían incrementarse los controles o dificultades para viajar de un país a otro.

El reloj del ‘brexit’ sigue contando y la esperanza del gobierno británico es ahora darle cuerda de nuevo a la espera de un milagro que deshaga el bloqueo. Entretanto, la incertidumbre empapa todas las capas, que buscan el modo de encajar la salida de un socio que, cómodo o incómodo, llevaba en el club 45 años.

 
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