Así se acosa sexualmente por WhatsApp a una mujer en el trabajo

Madrid

Todos los días recorría los cuarenta kilómetros que separan Ourense de Xinzo de Limia en el coche de su jefe. El mismo que durante meses le estuvo acosando con mensajes de WhatsApp como "pues hoy antes de llegar a casa te violo, bombón" o "cada vez que vamos en el coche me provoca parar en medio del monte y desnudarte y hacértelo". Unos mensajes que ahora la Justicia ha traducido en una multa de 2.400 euros por un delito de acoso sexual.

Según la documentación judicial a la que ha tenido acceso la Cadena SER, su trabajo se convirtió en una ratonera. Empezó trabajando en una tienda de Ourense pero poco después fue trasladada a otra en Xinzo de Limia, bajo la jefatura del hijo de los dueños de la empresa. Su jefe, según acordaron empresa y trabajadora, se encargaría del traslado en coche desde la capital ourensana hasta la tienda.

Los mensajes de contenido sexual su móvil se sucedieron durante tres meses a pesar de la constante negativa de la víctima. "Quiero follarte y besártela hasta que te corras, cada vez que vamos en el coche me provoca parar en medio del monte y desnudarte y hacértelo, una noche de éstas, verás", le decía su jefe, que cada día se encargaba de su traslado en coche. Tres meses más tarde, ante las negativas de la mujer, decidió imponerle "un horario mucho más perjudicial" asegurando que "para venir de Ourense iba a tener que buscarse la vida".

Unos mensajes y un hostigamiento sexual que ahora la Audiencia Provincial de Ourense ha traducido en una multa de 2.400 euros para este hombre por un delito de acoso sexual. La sentencia, que ya es firme y se encuentra en fase de ejecución, también le obliga a indemnizar a la víctima y a pagar al Servicio Gallego de Salud (SERGAS) los más de 250 euros que costó su atención sanitaria.

Un "claro acoso sexual"

Para las dos magistradas y el magistrado del tribunal ha quedado demostrado que "la inicial atención sexual se ha convertido en un claro acoso sexual" que pueda confundirse con un "comportamiento amistoso aceptado y mutuo". La sentencia califica el testimonio de la víctima como "contundente" y explica que si accedió a seguir yendo a trabajar en su coche pese a este acoso era "por el propio temor a perder el puesto de trabajo".

El testimonio de la mujer está "profusamente corroborado", dice la sentencia, tanto por los mensajes admitidos por el propio acusado, los informes de las profesionales del Instituto de Medicina Legal de Galicia (IMELGA) y la testifical de sus compañeras de trabajo, que conocían la situación. Una de ellas detalló cómo el condenado dijo que la víctima "se buscase la vida" tras cambiar su turno de trabajo.

Medio millar de diligencias

El Código Penal castiga en su artículo 181 el acoso sexual, englobando este tipo de actitudes "en el ámbito de una relación laboral". Según los datos recopilados en la página del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) la Fiscalía ha participado en más de 4.800 diligencias relacionadas con este delito, con los últimos datos correspondiendo a las 508 diligencias incoadas en 2017. La última memoria de la Fiscalía alerta precisamente sobre el incremendo del uso de las nuevas tecnologías en este tipo de delitos.

Según reveló en su momento el sindicato UGT, los datos de la Inspección de Trabajo relativos al periodo entre 2008 y 2015 revelan requerimientos a empresas por este tipo de acoso que involucraron a 2.484 trabajadoras imponiendo multas que suman 237.748 euros. En ese momento, desde el sindicato alertaron del escaso porcentaje de condenas judiciales en relación con el número total de denuncias.