Socialistas y Liberales ofrecen al PPE la presidencia de la Comisión si substituye a su cabeza de cartel

Bruselas

Es un objetivo clave para Macron, destruir el formato de candidatos europeos a la Presidencia de la Comisión preelegidos por los partidos políticos.

Esta estructura, impulsada por el grupo popular y el socialista liderado por Schulz se estrenó en la campaña electoral del 2014 como instrumento para reducir el margen de maniobra de los gobiernos a quienes el Tratado Europeo confiere la decisión de elegir candidato aunque precisa que el parlamento debe aprobarlo.

El nuevo sistema costó en las negociaciones de hace 5 años una crisis con el Reino Unido de Cameron, cuyo partido, el de los conservadores británicos vive al margen de las grandes familias políticas de la UE desde que decidieron salir del PPE y ahora amenaza con romper o dar la victoria al Presidente francés Emmanuel Macron que ha censurado abiertamente este sistema de elección.

Su oferta implicaría que Merkel renunciara a apoyar al candidato popular a la presidencia de la Comisión que es alemán, Manfred Weber, a cambio de obtener la presidencia del BCE para el jefe del Bundesbank, Jens Weidmann, considerado un peligros halcón por los países del sur aunque en las últimas horas se ha mostrado a favor de dar continuidad a la política de Draghi, cuyo mandato terminará este otoño.

Es la cuadratura del círculo político europeo, una oferta que necesita que el PPE renuncie al candidato elegido en el congreso celebrado en Helsinki cuando optaron por apoyar al jefe del grupo europarlamentario, Manfred Weber, contra el exprimer ministro de Finlandia, Alexander Stubb.

Y aquí empieza el problema, los populares saben que la renuncia les garantiza el cargo que más quieren porque desde la noche electoral repiten que están dispuestos a ceder las presidencias del Consejo europeo y del Europarlamento, que hoy ocupan también pero se quedan con la de la Comisión porque han ganado las elecciones europeas.

Una demanda que se respetaría con la oferta actual aunque al cambiar de candidato aceptan también la muerte del proceso electoral con el que los partidos y el Europarlamento querían garantizarse algo de juego, frente al poder de los gobiernos de la UE.

La decisión debe ser estudiada en la reunión que el grupo del PPe celebra antes de la Cumbre Europea, reunión a la que asiste Merkel de cuya posición depende, en gran manera, el resultado final de esta Cumbre Europea.

Macrón quiere además para los liberales la presidencia del Consejo de la UE, puesto que ha ejercido como miembro del PPE, el ex primer ministro de Polonia, Donald Tusk, Un reparto que deja a los socialistas menos opciones de poder o casi las mismas que tenían hasta hoy: la política exterior y una Vicepresidencia primera de la Comisión, con poderes políticos importantes pero por definir en la negociación.

La oferta incluye la posibilidad de convertir en permanente la Presidencia del Europarlamento, hoy dividida en dos etapas de dos años y medio y que podrían ocupar los verdes.

Un puzle para el que empiezan a buscar se los nombres y que daría a España ña presidencia primera de la Comisión aunque antes es necesario que los grupos políticos del europarlamento acepten renunciar al formato de candidatos pre-electos, renuncia que desde el PPe intentan amortiguar pidiendo garantías a los gobiernos para este mismo sistema en los próximos años aunque si el pacto se consuma será ya muy difícil que ningún candidato futuro en los partidos obtenga la credibilidad necesaria para una campaña en la que el Europarlamento ha invertido este año más de 30 millones de euros.