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Olas calor

Las medidas de Francia para combatir la ola de calor: un tercio de los coches no podrán circular

Pruebas escolares aplazadas y medidas extraordinarias en colegios y hospitales

Las medidas de Francia para combatir la ola de calor: un tercio de los coches no podrán circular / CHARLES PLATIAU REUTERS

París

La ola inédita de calor en Francia para un mes de junio ha animado a las autoridades a aplicar restricciones en el tráfico rodado de las grandes ciudades y en autopistas y carreteras a reducir la velocidad. Un tercio de los coches matriculados en París no podrán circular a partir de esta madrugada del miércoles.

Las altas temperaturas favorecen la concentración de ozono y micropartículas, explicaron los expertos, por lo que la policía ha puesto en marcha de manera automática y preventiva limitaciones al tráfico rodado.

En la capital y decenas de municipios de su aglomeración está en vigor desde las 5.30 de esta mañana del miércoles y hasta la medianoche la llamada “circulación diferenciada”. Es decir, sólo podrán utilizarse los vehículos con viñetas Crit'Air de clase 0, 1 y 2.

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Quedarán aparcados los coches diésel matriculados antes de 2010 o los de gasolina anteriores a 2005, que en conjunto representan en torno a un tercio del total. El Gobierno espera que con estas medidas se reducirán emisiones contaminantes del tráfico en dos tercios. Se amplía así significativamente el número de automóviles que deberán quedar inmovilizados respecto a episodios de contaminación similares.

La infracción de estas reglas está penalizada con multas 68 euros para los vehículos ligeros y de 135 para los camiones o autobuses.

Se ponen en práctica también limitaciones de velocidad. Se reducen en 20 kilómetros en autopistas hasta (a 110 km/h) y a 90 o a 70km/h en otras carreteras.

Los vehículos pesados de más de 3,5 toneladas que no tengan como destino el interior del área metropolitana habrán de tomar algunas de las autopistas para rodearla.

Iniciativas similares se pusieron ya en marcha el martes en Lyon y Marsella y entrarán en vigor en las próximas horas en Estrasburgo.

El Gobierno francés ha extremado las alertas y las medias preventivas en hospitales, residencias de ancianos y en guarderías, ante este episodio de canícula que se considera inédito por su precocidad y para evitar lo ocurrido en 2003. Aquel año una ola de calor prolongada, pero en agosto, y con menos humedad que en esta ocasión, causó unas 15.000 muertes.

Decenas de colegios han decidido cerrar durante estos días y el Ministerio de Educación ha aplazado a la semana próxima las pruebas de selectividad para los alumnos.

 
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