Los mejores pinchos de la calle Laurel de Logroño (según los chefs con estrella Michelin de La Rioja)

Madrid

Si vas a Logroño tienes que pasar por la calle Laurel (y sus aledañas) porque las tapas y el ambiente de esta zona son la mayor atracción turística de la ciudad. Del típico cojonudo (picadillo de chorizo con huevo de codorniz y pimiento) del Bar El Muro al matromonio (anchoa y boquerón) del Bar Blanco y Negro —el más antiguo de la zona—, pasando por todo tipo de especialidades tradicionales, veganas o sin gluten que, además, se suelen degustar con vino.

La última edición de la Guía de Pinchos de La Laurel [PDF], editada por la asociación que aglutina a la gran mayoría de establecimientos de la zona, destaca 67 bocados diferentes. Pero si no quieres comer tanto, puedes empezar por los pinchos preferidos de los cuatro chefs con estrella Michelin de La Rioja: Francis Paniego (Echaurren), Ignacio Echapresto (Venta Moncalvillo), Félix Jiménez (Kiro Sushi) y Caro Sánchez, quien comanda los fogones de Íkaro junto a Iñaki Murúa.

La tortilla del Sebas

El chef de Ezcaray lleva años siendo la punta de lanza de la gastronomía riojana. Desde El Portal del Echaurren (dos estrellas Michelin) ha conseguido sublimar la casquería y en Tondeluna (a pocos metros de la Calle Laurel) propone una forma distendida de acercarse a la alta cocina. Pero al preguntarle por los pinchos de la calle Laurel, no lo duda: "La tortillla de patata del Sebas que está buenísima. Soy fanático de la tortilla y me cancanta ese pinchito. ¡Está bien rico!".

Los champiñones del Soriano

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La ecuatoriana Caro Sánchez, cochef del restaurante Íkaro —última estrella Michelin de Logroño— se decanta por otro de los clásicos de la Laurel: el pincho de champiñones del Bar Soriano. Una delicatessen que le fascina "porque es muy simple y porque está hecha con un producto muy riojano". El pueblo de Pradejón, de hecho, es el mayor productor de champiñones de España. "Cada vez que alguien viene a visitarme, le llevo para allá", explica.

La oreja del Perchas

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La especialidad del chef Félix Jiménez es la cocina japonesa, pero eso no le impide disfrutar de bocados tan tradicionales como la oreja de cerdo, que en el Bar perchas preparan rebozada o picante. "Mi favorita es la picante", dice. "Un sabor muy riojano con un toque picantito que hace que el vino te venga muy bien para refrescar".

El bocatita del Pata Negra

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Ignacio Echgapresto, chef de la Venta Moncalvillo, situada en el pequeño pueblo de Daroca de Rioja, asegura que "decantarse por un solo pincho no es nada fácil", pero al final opta por el bocatita de jamón con queso de tetilla que ponen en el Bar Pata Negra porque además, según cuenta, este local es uno de los que mejor tratan el vino. Eso sí, a quien visite Logroño también le recomienda acudir a bares como el Tastavín (calle San Juan).