El Banco de España alerta del riesgo de exclusión financiera de los mayores

Madrid

Las nuevas tecnologías han permitido a los bancos lanzar nuevos proyectos y nuevos canales de distribución que en muchas ocasiones sustituyen a los elementos tradicionales: aplicaciones, gestores comerciales online o sistemas de alerta en el teléfono sustituyen a los tradicionales cajeros, sucursales y personal de las oficinas. Estos cambios han permitido la incorporación al sistema bancario de colectivos que durante años no utilizaban las entidades financieras. Pero también amplían el riesgo de que algunas personas que habitualmente no utilizan internet o dispositivos móviles queden discriminados por el sistema.

La alerta la vuelve a lanzar un artículo publicado por el Banco de España que señala a "las personas mayores y aquellas con bajo nivel de renta o con algún tipo de discapacidad" como las principales perjudicadas por este proceso. Dice el artículo que la continua digitalización "podría dificultar el acceso a efectivo del segmento de población que lo usa como medio de pago principal o único". Y eso se debe a que 2 de cada 3 españoles mayores de 65 años no utilizan Internet y a que el 2% de la población no tiene cerca cajeros o sucursales en las que conseguir dinero en efectivo.

Ante esta situación, el Banco de España pide a las autoridades que actúen para evitar "barreras de acceso para los colectivos ajenos o menos familiarizados con el entorno digital". Y a los bancos les recomienda "garantizar una oferta de servicios financieros multicanal" para evitar esos riesgos.

No es la primera vez que el organismo avisa de este riesgo. Ya lo hizo hace unos meses la subgobernadora, Margarita Delgado, diciendo que "las tecnologías pueden suponer una nueva forma de exclusión social".

En una línea parecida, la nueva directora gerente del Fondo Monetario Internacional, Kristalina Georgieva, citó en uno de sus primeros discursos a la profundización financiera como uno de los factores que genera más desigualdad en las sociedades ya que, por su complejidad, se termina dirigiendo exclusivamente a los habitantes más ricos.