La fidelidad del cliente, clave para la supervivencia de las galerías de arte

Madrid

Desde 1990 hasta hoy han bajado las inversiones públicas y privadas en arte contemporáneo, moderno y de vanguardia. No hay becas, fundaciones que compren y adquieran obras de arte. "Con la crisis todo esto desapareció, solo quedan algunas iniciativas dignas de mencionar porque han conseguido sobrevivir. A partir de la crisis hubo una criba que afectó a los artistas contemporáneos. Quedaron los mejores, solo ellos pudieron aguantar", explica Jorge Alcolea, director de dos de las galerías de arte moderno de más trayectoria en España.

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España representó solo el 1% del mercado del arte mundial y el 2% del europeo en 2017, según un informe sobre el sector elaborado por la economista del arte Clare McAndrew para la Obra Social 'la Caixa'. Las galerías de arte se han reducido en los últimos 10 años, desapareciendo la mayor parte de ellas. "Las que han permanecido lo que hemos hecho es fidelizar al cliente. El arte es confianza, emoción y los galeristas debemos canalizar y asesorar para cubrir las necesidades de los coleccionistas", nos dice Jorge en su galería de Madrid.

Quién compra

Alcolea pertenece a la segunda generación de galeristas de su familia. "Los cuadros cuando salen del estudio tienen que estar vendidos. Eso decía mi padre. Esto quiere decir que la obra tiene que ser tan buena que no necesita explicación. Se vende sola". ¿Quién compra este tipo de obras? Hombres y mujeres de 40 a 70 años que se interesan por el arte contemporáneo. Son los más mayores los que prestan atención al arte más moderno. "Cada vez nos parecemos más a EEUU. Personas que han cubierto otro tipo de necesidades y ahora quieren tener en casa cosas que signifiquen cultura", afirma Jorge. El 70 por ciento de sus clientes son nacionales y el 30 por ciento internacinales "porque hay que fomentar la creación propia, española; pero también hay que innovar y fijarse en lo que hay en el mercado internacional".

ARCO, motor del arte

209 galerías de 30 países diferentes; más de 1.300 artistas estarán presentes en la edición número 39 de ARCO, la Feria Internacional de Arte Contemporáneo que se inaugura el miércoles 26.

El 40 por ciento de las galerías va a participar con programas enfocados a la obra de los artistas. Un 33 por ciento de estas galerías son españolas. "ARCO es el motor principal, pero hay defender la especialización. ARCO se especializa en arte de vanguardia, nuevas tecnologías y arte experimental pero ha dejado de lado el arte moderno. Por eso hay que destacar las otras iniciativas paralelas que hay durante la semana en la que se celebra ARCO. Las gente agradece que exista todo este abanico de ofertas", comenta Alcolea. El próximo lunes 24 inauguara por segundo año consecutivo SAM, el Salón de Arte Moderno. "Las ferias deben tener calidad, hay que ser riguroso con las obras que se exponen. El mercado de arte moderno en el que metemos a artistas como Picasso, Tapies o Saura. ARCO restringió muchas galerías centradas en este tipo de arte y aquellos que seguían interesándose y que querían seguir comprando, me pidieron que organizara una feria centrada en él. Así surgió SAM".

Radiografía del sector

"Cuando hay bonanza económica se nota porque las empresas invierten en la promoción del arte. Aunque haya recesión el amante del arte nunca dejará de coleccionar". "No sé puede confiar solo en las iniciativas públicas, sino que hay que fomentar las ideas privadas porque en el fondo estamos solos". Para Jorge la solución pasa por reinventarse, "hay que hacer atractiva la galería para que sea una obligación mensual. Si hablamos de precios hay que hablar de firmas. En la galería que Alcolea tiene en Madrid encontramos un Miró de 125.000 euros y obras de Hugo Fontela de entre 15.000 y 30.000 euros. "El rango habitual, en general, de obras contemporáneas y modernas oscila entre los 5.000 y 125.000 euros".