Ocio y cultura

Los festivales de Olite, Olmedo y Ribadavia, avanzadilla de la próxima anormalidad teatral

Los tres festivales de teatro se celebrarán este verano, si los protocolos sanitarios lo permiten, con reducciones de aforo y una programación volcada en las compañías nacionales

Corrala del Palacio del Caballero / Ayuntamiento de Olmedo

Madrid

Los tres se celebrarán este verano, los tres tienen diseñadas sus programaciones, los tres están a la espera de los protocolos sanitarios en los que trabaja desde hace semanas el Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música (Inaem). Los festivales de teatro de Olmedo, Olite y Ribadavia comparten la vocación de ser un motor y un revulsivo para el sector teatral después de meses sin actividad y también las dudas y la incertidumbre que conlleva poner en práctica nuevos modelos de festival adaptados a la situación creada por el coronavirus. A la espera de que los dos grandes festivales de teatro clásico del verano -Almagro y Mérida- confirmen sus fechas y formato, conversamos con los directores de las citas de Ribadavia, Olmedo y Olite sobre sus planes y sus certezas. 

Mostra de Teatro de Ribadavia (MIT). El festival que dirige Roberto Pascual pretende ampliar las fechas de la edición de este año, la 36ª, que comenzará el 17 de julio y se prolongará hasta principios de agosto. “El festival se va a hacer y será un festival más diseminado en el tiempo y en los espacios”, explica Pascual, que se propone usar solo espacios al aire libre, las plazas y la zona de la judería de Ribadavia. El director señala que el festival está cerrado y diseñado, a la espera de que se apruebe una ampliación de su presupuesto en un 30%, motivada por los días de ampliación y el aumento del personal de montaje y de limpieza.

Pascual pretende que la MIT sea “un motor para la economía de la zona, que está muy afectada, que sea un pulmón y un faro para el teatro gallego, que pueda albergar todos los estrenos que han ido cancelado y que nos reunamos en Ribadavia con todas las garantías convertiría al festival en un salvavidas de la temporada. Los festivales tenemos una responsabilidad en ese sentido”. El festival se volcará con las compañías gallegas y, aunque no renuncia a la presencia de compañías internacionales, su presencia será muy reducida.

Respecto a la aplicación de los protocolos sanitarios, la MIT cuenta con una dificultad añadida, la de emplear como espacio escénico “un recinto que es patrimonio histórico artístico”. Eso supone, explica Pascual, “que tenemos que habilitar tres entradas”. Añade que “el protocolo está hecho, se lo hemos pasado al ayuntamiento y nos falta que nos den el visto bueno. Supone movilizar a Protección Civil, al personal voluntario y un refuerzo del personal de limpieza”. “Tenemos claro el protocolo sanitario para el público, pero nos falta conocer los protocolos sanitarios para las compañías y eso depende del Inaem, estamos a la espera de conocerlo”, concluye el director artístico de la MIT de Ribadavia.

Festival de Teatro Clásico de Olmedo. Benjamín Sevilla, director del festival, explica que el certamen se reduce este año y se celebrará durante dos fines de semana: del 24 al 26 de julio y del 31 de julio al 2 de agosto. Olmedo limitará toda su programación a sólo 6 espectáculos, prescindirá de los 4 montajes de compañías internacionales que tenían previstos y se centrará en la producción nacional. El festival, que cumple 15 años de vida este 2020, eliminará las exposiciones, los cursos de teatro y las jornadas o actividades académicas porque los teatros donde se realizaban eran ya, en ediciones anteriores, de aforos muy reducidos.

En declaraciones a la SER, el director del festival se muestra preocupado por la ausencia de protocolos claros: “Nos faltan los protocolos sanitarios y la distancia de dos metros entre espectadores nos complica mucho los aforos”. El certamen usará como único teatro la corrala del Palacio Caballero de Olmedo, un espacio con una capacidad para 860 personas que, con la aplicación de la distancia de seguridad de dos metros entre espectadores, quedaría reducida a 200 personas. A Benjamín Sevilla le preocupa hacer un festival de teatro que llegue a tan poca gente, pero “si ese protocolo se relaja, no nos victimizan y nos permiten tener una o dos butacas entre los espectadores, el aforo podría llegar a un 50%, a unas 400 butacas”. Sevilla añade que tienen previsto establecer la entrada y salida escalonada de público al patio de butacas, desde 45 minutos antes del inicio del espectáculo.

El director del festival de Olmedo cree que “si en el metro o en el autobús puedes ir con tu mascarilla y dejar un asiento libre, también puedes hacerlo en el teatro” y añade que lo que les ha enseñado esta crisis es “a pensar de forma conjunta entre todos los festivales, hemos hablado mucho, nos hemos animado mucho y nos hemos retroalimentado entre nosotros”.

Festival de Teatro Clásico de Olite. “Estamos con la intención, con todas las ganas y la rabia de hacer el festival, porque tenemos que estar por encima de las circunstancias y ayudar a las compañías y al público a superarlo”, explica Luis Jiménez, director de este festival navarro de teatro clásico, que celebrará su 21ª edición del 17 de julio al 2 de agosto. Jiménez admite que “las circunstancias son muy adversas” y tendrá que prescindir del programa internacional y de los montajes que llevaban a escena escuelas de arte dramático invitadas. “Mantendremos la programación nacional y nos abriremos a la producción de Navarra a través del ciclo Poética Teatral y de la Residencia Laboratorio”, explica el director del festival, que articulará la programación en torno al leitmotiv “Poética teatral: de la poesía española a los autores europeos contemporáneos”. Entre esos autores estarán Beckett, Lorca, Espronceda, Teresa de Jesús o San Juan de la Cruz, en 23 funciones teatrales a cargo de 19 compañías, 12 de ellas navarras.

Respecto a la cuestión de aforos, el responsable del certamen explica que disponen de 400 butacas en la Cava, que con las reducciones de aforo podrían quedarse en 160. Jiménez espera que “la normativa de Sanidad llegue y analicemos todas las posibilidades, entre ellas la distancia permitida entre espectadores, que es una gran incertidumbre, o los protocolos para las compañías”. Jiménez considera que nos encontramos en “una situación en la que tenemos que aprender todos y nos exige que reflexionemos sobre la cultura en España y sobre qué va a pasar a partir de ahora porque no se puede volver a la normalidad después de todo lo que ha pasado”. “Tenemos que pensar en la cultura como se piensa en la sanidad o en la educación, la cultura sana el alma y cura el espíritu”, añade.

 
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