Correr o caminar: en qué condiciones es más saludable practicar cada ejercicio

Madrid

Ha llegado julio, muchos comienzan vacaciones y hay más tiempo libre para hacer algo de ejercicio, ese que durante el año nos cuesta más, siempre encontrado excusas a las que hay que saber resistirse. Estamos algo oxidados pero con ganas de movernos, y nos surge la pregunta, ¿correr?, ¿trotar como Rajoy?, ¿caminar? Hemos hablado con dos expertos para intentar aclarar nuestras dudas y ya de paso hacernos con unos consejos para enfocar nuestro día a día hacia una vida más sana. 

"El movimiento es vida"

Iñaki Sanjuan, entrenador y asesor de Salud, explica a la Cadena SER que aunque "cada vez esta más de moda el mundo del running, la llamada fiebre del running, tiene sus beneficios y sus perjuicios, como todo. Y al mismo tiempo ha surgido el llamado power walking que cada vez vemos practicar a más gente". ¿Por cuál de ella decantarnos?

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Iñaki, que se dedica a enseñar a la gente cómo cambiar hacia un estilo de vida saludable para que esos cambios sean perdurables en el tiempo, sabe de lo que habla: "Comencé (con 106 kilos de obesidad mórbida con 16 años) a caminar y poco a poco pasé a correr, junto con un programa de alimentación adecuado. Sin darme cuenta estaba corriendo maratones; eso sí, poco a poco y haciendo las cosas con lógica y con coherencia para no lesionarme". Para este entrenador, elegir entre caminar o correr "depende del cristal con que se mire".

"Ambas tienen beneficios para la salud, y si ya lo acompañas de una alimentación correcta, sana y variada, y logras introducir ambas (alimentación y actividad física) se provocará en tu estilo de vida un cambio tan grande que no querrás jamás dar ese paso atrás y regresar al punto de partida". Iñaki deja un consejo: "El movimiento es vida, así que si quieres vivir, muévete. Hazlo de la manera que te guste o de la manera que puedas según tu condición física, tu tiempo disponible, tus patologías o lesiones". Lo importante, según este experto, es que evitemos "el sedentarismo al que nos ha conducido la sociedad actual. Cualquiera de las opciones será buena, más que buena".

Esfuerzo grande o pequeño

Parece lógico que es mejor cualquiera de las dos opciones, correr a caminar, antes de no hacer nada. También lo explica en declaraciones a la SER el divulgador científico Darío Pescador: "Caminar o trotar una hora al día es muy saludable, mucho más que pasarse todo el tiempo en el sillón".

Pero vamos a avanzar algo más. Darío Pescador, director además de la revista de ciencia Quo.es, nos advierte de que "por desgracia, no es suficiente para quemar grasa de forma apreciable". La clave de esto está en las 'baterías' de combustible de nuestro cuerpo. "Nuestro organismo utiliza principalmente dos tipos de combustible para moverse. Si se trata de un esfuerzo pequeño, y estamos en ayunas, se quema la grasa que tenemos almacenada. Si es un esfuerzo grande, como un sprint o levantar pesas, es necesario consumir azúcar, el glucógeno que almacenan nuestros músculos, porque la grasa es más lenta".

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Actividad constante y suave

Este experto nos desvela otro de los secretos de la actividad física: "Contrariamente a lo que se piensa, nuestro cuerpo consume grasa principalmente cuando hacemos una actividad suave y constante, como puede ser caminar, y también cuando estamos sentados o dormimos. Sin embargo, esto ocurre en ayunas. En el momento en que comamos carbohidratos (azúcar, harina, patatas, arroz) el cuerpo siempre usará el azúcar que hemos comido primero".

Ejercicio de alta intensidad

"Cuando hacemos un ejercicio de fuerza de alta intensidad no estamos quemando grasa durante el ejercicio, pero hacemos que crezcan los músculos y aumentamos el metabolismo. Los músculos entonces consumen más grasa durante el resto del día, incluso en reposo o haciendo movimientos suaves", explica Pescador.

Esto tiene una moraleja: "Se ha visto que a pesar de todo, una hora de deporte no compensa los daños de pasarse el día en una silla". ¿Debe esto desanimarnos a la hora de hacer algo de ejercicio? Para nada. 

Actividad fuera del ejercicio

Entre en juego aquí el factor actividad fuera del ejercicio. Debemos aumentar esa actividad, que se llama NEAT por sus siglas en inglés (Non Exercise Activity Thermogenesis). Así lo explica Darío Pescador: "Ir caminando a los sitios, subir escaleras, levantarse cuando nos llaman por teléfono... Una persona que sea un culo inquieto puede quemar 800 kcal más al día solo por esta actividad, que serán de grasa siempre que no estén comiendo dulces y aperitivos".

Para entender esto conviene ir hacia atrás en la historia unos cuantos millones de años, explica Darío Pescador: "Debemos pensar en cómo era la vida de los cazadores recolectores que aún hoy viven hoy en el Tanzania. A lo largo del día caminan durante kilómetros en busca de comida, pero también tienen que correr a toda velocidad para cazar un animal, o cargar con peso de vuelta a la aldea. Comen cuando tienen hambre o cuando tienen comida, pero no tres veces al día. Este es el tipo de actividad para el que el cuerpo humano está mejor adaptado: ejercicio constante suave durante todo el día, combinado con ejercicio muy intenso de vez en cuando".