El despropósito de Madrid frente al coronavirus: a la cabeza de contagios, sin rastreadores y contra Simón

Madrid

El cóctel de despropósitos de la Comunidad de Madrid en su gestión de la nueva normalidad no deja de crecer. El último episodio es el que protagoniza el consejero de Hacienda del gobierno madrileño, Javier Fernández-Lasquetty que ha acusado al doctor y director del CCAES, Fernando Simón, de ser "un político" y no un científico. Sin embargo, estas declaraciones forman parte de toda una espiral de decisiones cuestionables que han llevado a Madrid a situarse a la cabeza de los contagios de coronavirus y a tener una aparente falta de capacidad de rastreo, tal y como demuestra su propio informe epidemiológico modificado. 

Los últimos con mascarilla obligatoria

No fue hasta el 28 de julio cuando la Comunidad de Madrid, una de las más afectadas por el COVID-19 decidió llevar a cabo un plan de choque contra los rebrotes que ya estaban protagonizando un leve ascenso de los contagios que ahora se han disparado. Madrid fue la última comunidad autónoma en imponer el uso obligatorio de mascarillas en cualquier circunstancia y una de las últimas en establecer medidas contra el ocio nocturno, limitaciones de aforo y, en definitiva, actuaciones para contener una más que evidente relajación frente al virus. 

Es cierto que, también al ser una de las regiones más afectadas de Europa, el nivel de responsabilidad ciudadana es elevado. La elevada incidencia en el pasado también puede estar detrás de estos brotes tardíos, pero la sanidad madrileña no tiene capacidad para afrontar algo parecido a una 'primera ola'. 

Los problemas de rastreadores

Costó, pero Madrid finalmente reveló que solo poseía 182 rastreadores para los casi 7 millones de ciudadanos que viven en la comunidad. Era un agujero más que evidente que podía poner en riesgo la capacidad de rastreo. Ante esto, el Gobierno de Ayuso prometió un refuerzo de estos profesionales, sin embargo ayer mismo la directora de Salud Pública admitió que solo han contratado a 31 profesionales y que ante las "dificultades" de encontrar rastreadores se han visto obligados a incorporar voluntarios. Todo bajo un gran revuelo por intentar reclutar voluntarios en las universidades a cambio de la solidaridad ciudadana y no un sueldo. 

La Consejería de Sanidad aseguró que se habían contratado como rastreadores, para tareas de búsqueda, identificación y manejo de contactos, a 11 médicos especialistas en Medicina Preventiva y Salud Pública que han terminado este año su formación y a 21 enfermeros, "menos de la mitad de los puestos ofertados".

El lío de los asintomáticos

Todas las alarmas saltaron cuando hasta el propio director del CCAES se sorprendió del bajísimo número de asintomáticos que detectaba la Comunidad de Madrid, sobre todo en relación con la media nacional. Madrid solo notificaba un 15% de asintomáticos y hasta menos del 8% en los últimos 7 días, tal y como reflejaba el propio informe epidemiológico que redactó la región y que luego modificó. 

Fernando Simón declaró en rueda de prensa que "el número de casos asintomáticos sigue siendo muy alto, en torno al 60% o por encima del 60%" y según explicó el Coordinador del Centro de Control y Emergencias Sanitarias el alto porcentaje responde a "los cribados que se hacen alrededor de los brotes. Y luego la detección de casos en sus fases iniciales".

Pero el lío vino cuando ayer, tras las palabras de Enrique Ruiz Escudero acusando de "deslealtad" a Fernando Simón por, supuestamente, dar unos datos incorrectos de detección de asintomáticos, la propia consejería de Sanidad madrileña modificó su propio informe que contradecía las palabras de Escudero y daban la razón a Simón. La explicación del gobierno de la región fue que se trataban de "datos provisionales" que se modificaron posteriormente, sin embargo es el único "dato provisional" que se modificó. 

A la cabeza de contagios

La región notificó este viernes 1.441 casos, por delante de Aragón y Catalunya, y los diagnosticas semanales se multiplican por 14 en menos de un mes. Además, según los cálculos que ha realizado el periódico 'El País', Madrid solo ha incrementado un 20% su capacidad para hacer test diagnósticos desde el 25 de junio cuando se estrenó la llamada 'nueva normalidad'. Muy lejos de, por ejemplo, Aragón que lo ha hecho en un 64%. Tal y como auguró Fernando Simón, la curva en Madrid va en ascenso, mientras que la de Catalunya va en descenso al tiempo que el doctor se resiste a hablar de una 'segunda ola' epidémica.