Sociedad
Navidad

Qué es el 'modo superviviente' y por qué es el mejor consejo (y fácil de cumplir) para disfrutar las fiestas

"Los científicos han comprobado que nuestro cerebro activa las mismas zonas cerebrales cuando se imagina que está haciendo algo que cuando lo está haciendo de verdad", explica la psicóloga Mónica Pereira

La Navidad es una época intensa y llena de emociones.Getty Images

Madrid

La pandemia por el coronavirus ha hecho de la incertidumbre una compañera recurrente. Los planes a largo plazo dejaron de existir para convertirse en un "ya veremos". Y así hemos llegado a la Navidad, con miles de muertos y la vida patas arriba. "Debemos afrontar la Navidad con espíritu de supervivientes. Pocas veces somos tan conscientes como ahora de lo frágil que es la vida y de lo fácil que se nos puede ir alguien sin comerlo ni beberlo. Vamos a aprovechar estas fiestas para celebrar que estamos aquí, que tenemos gente que queremos con nosotros y que nos puede ayudar a seguir adelante y a ser felices", recomienda la psicóloga Mónica Pereira, de Haztúa Psicología Positiva.

"Se abren muchas incógnitas. Entonces, calma. Hacemos lo que podemos y la capacidad de adaptación se tendrá que poner en marcha. Hagamos pequeños planes y posibles más que frustrarnos por lo que no podemos realizar. Si, estamos limitados, pero ¿no será mejor asumirlo cuánto antes y así poder disfrutar sobre lo que sí es posible?". La pregunta y las reflexiones las lanza la psicóloga Raquel Huéscar, de En Bienestar.

Hay muchas formas de vivir la Navidad. Familias numerosas que se turnan de casa cada año para las celebraciones o más reducidas con los de siempre, solitarios forzosos o elegidos que prefieren pasar de puntillas y hasta amigos que ser reúnen  por tener demasidado lejos a los seres queridos. Todo vale. Pero, este año, para la mayoría, será distinto.

Amor y odio hacia la Navidad

Hay gente que lo pasa mal en Navidad y otros que las disfrutan a tope. El consejo de Pereira es recordar la ilusión de niños, decorar de igual modo la casa.

"A veces, hay que hacer como qué para que las cosas ocurran. Los científicos han comprobado que nuestro cerebro activa las mismas zonas cerebrales cuando se imagina que está haciendo algo que cuando lo está haciendo de verdad. Si yo, me pongo la casa decorada y me imagino que estoy disfrutando de las fiestas que lo estoy viviendo de la misma manera animada que otros años, al final, por pura inercia acabo disfrutando", explica. 

La pérdida de un ser querido

A la dureza por el fallecimiento de una persona cercana se unen las circunstancias de una pandemia que ha dificultado el proceso más si cabe. Los que han perdido a alguien en este tiempo explican que al no haber podido acompañarles sienten como si esa persona se hubiese desvanecido. El proceso del duelo se complica.

"Las fechas señaladas son momentos en los que no están son añorados. A veces pensamos que en navidades tendríamos que estar felices, pero cuando has perdido a un ser querido, puedes sentirte triste, dolido o sin ganas de celebrar. En la sociedad en la que estamos intentamos mitigar las tristezas, pero muchas veces tenemos que aprender a tolerar los sentimientos negativos. Porque sentirte triste si has perdido a alguien querido es lo esperable, es lo sano. Ahora bien, poco a poco uno va encontrando la manera a sobreponerse y no regodearse en la pena. Y, si la familia se encuentra con fuerzas para celebrar, también es importante 'darse permiso' y no culparse por ello", recomienda Huéscar.

Homenaje al ser querido fallecido

Los consejos para estas fechas para las personas que han perdido algún ser querido por el coronavirus son los mismos que para los que lo han perdido por otra razón.

Una persona se fotografía con las luces de navidad del centro de Barcelona este lunes. / Alejandro Garcia

"Siempre recomiendo que se haga un homenaje a esas personas, que se les tenga presente en la cena sin que sea necesario ponerle plato y cubierto sino hacer alguna ceremonia o ritual que nos ayude a recordar a ese ser querido. Algo muy bonito es que todas las personas que le quieren escriban algo sobre ese ser querido que ya no está y que, en un momento determinado, se vayan leyendo esos papeles. La idea es que sea algún recuerdo agradable, bonito, algún aprendizaje que tengamos de la persona que ya no está. Por supuesto, que esto nos va a hacer llorar, nos va a hacer sentirnos muy tristes por el recuerdo, pero también nos va a confortar saber que podemos recordarle de una manera positiva y remarcar esa huella que ha dejado en nosotros", aconseja Mónica Pereira. 

Dejarse llevar por la mirada del niño

Mirar con los ojos de la infancia es una recomendación recurrente. La inocencia y la ilusión como bandera. "Los niños son capaces de ayudarnos a los alumnos a mirar el mundo de otra manera, seguramente son ellos los que encuentren la forma de ilusionarnos. Hay una frase maravillosa de Louise Glück que dice que miramos el mundo una sola vez, en la infancia y que el  resto es memoria. Así que creo que serán ellos los que nos guíen, sólo hace falta escucharlos en lo que desean", cuenta Raquel Huéscar.

Intentar centrarse en el momento es lo más recomendable. "La vida nos está enseñando que poder estar presente en lo que se está, disfrutar en la medida de nuestras posibilidades es importante. Aquello que te pierdes con tus hijos ya no vuelve y todo lo que disfrutas te enriquece", recuerda Huéscar.

Mónica Pereira explica que los niños son muy conscientes de lo que está pasando y lo entienden perfectamente: "Es importante que Papa Noel sepan donde están. Salvando este detalle, lo van a entender. Pueden hacer un dibujo, se pueda mandar canciones cantadas por todos por WhatApp e instaurar nuevas costumbres".

¿Cómo ser felices en Navidad?

Gracias a la tecnología podemos ser más de los que somos habitualmente, dice Pereira que anima a echerle imaginación a la vida ayudados por la tecnología: "Esta Navidad es el momento de sacar a relucir nuestra imaginación y buscar momentos diferentes y formas distintas para reunirnos. Nos fijamos mucho en con quién no podemos estar, pero cuando estuvimos confinados nos relacionamos con personas que hacía mucho tiempo que no hablábamos".

"La felicidad es una sensación subjetiva y, como tal, no está determinada por completo por el contexto. El hastío de lo virtual pasa por no renunciar por completo a lo presencial. En lo que se pueda, en grupos pequeños, con mascarilla y distancia, veámonos. Salgamos a dar un paseo cuando se pueda, no nos desconectemos por completo", propone Raquel Huéscar.

Hasta luego, no te queremos ver más 2020

Pereira recomienda no dejar pasar una oportunidad de disfrute porque ya bastante penas y malestares tenemos a lo largo de año y más este 2020: "Creo que todos estamos deseando que desaparezca, por lo tanto, vamos a disfrutar y decir: hasta luego, no te queremos ver más".

La sociedad actual vive de espaldas al sufrimiento. "Somos incapaces a veces de mantener el contacto con alguien que lo está pasando mal. Respetemos a esas personas que lo están pasando mal. Y también vamos a pedirles que nos respetan a los que queramos. No obliguemos a la gente a estar contenta porque sí. Toda emoción es necesaria, incluso la tristeza para hacer un duelo adecuado. Respetemos y acompañemos. Habrá gente que será capaz de hacer homenajes, otros no querrán pensar, habrá gente que se acuesta a las 10 de la noche en fin de año. Vamos a ofrecer otras oportunidades, pero no vamos a imponerlas", pide la psicóloga. 

Una familia bajo las luces durante el Festival anual de luces en los Jardines Botánicos Waler Sisulu en la navidad en Johannesburgo, Sudáfrica. / KIM LUDBROOK

Maika Ávila

Maika Ávila

Periodista y autora de 'Conciliaqué. Del engaño de la conciliación al cambio real'. Ha formado parte...

 
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