Internacional

Reino Unido castigará con hasta diez años de cárcel a quien oculte haber estado en un país de riesgo

El Reino Unido refuerza el control fronterizo con nuevos test para evitar la propagación del COVID

Varias personas pasean por una calle de Londres / NEIL HALL EFE

Madrid

Las autoridades de Reino Unido castigarán con penas de hasta diez años de cárcel a quienes oculten que han visitado uno de los más de 30 países incluidos en la 'lista negra' por la prevalencia del coronavirus, dentro de una serie de medidas que plantean también cuarentenas en hoteles pagadas por el propio viajero. El ministro de Sanidad, Matt Hancock, ha sido el encargado de anunciar ante la Cámara de los Comunes los detalles de unas restricciones que ya se habían adelantado en enero, después de que Reino Unido registrase los peores datos de contagio de coronavirus de toda la pandemia.

Londres mantiene a 33 países dentro de una lista de zonas de riesgo, en su mayoría de África y América Latina pero también uno de la Unión Europea, Portugal. Quienes hayan pasado por alguno de estos países deben incluirlo dentro de un formulario, so pena de cárcel en caso de mentir. Una vez en Inglaterra, y a partir del lunes, los viajeros que lleguen de esas áreas de riesgo deberán guardar diez días de cuarentena en una serie de hoteles habilitados expresamente por el Gobierno. Deberán pagar 1.750 libras (casi 2.000 euros) por la estancia y, si no acatan el aislamiento, se enfrentarán a multas que pueden alcanzar las 10.000 libras (11.400 euros).

Hancock también ha confirmado un nuevo sistema de pruebas, según el cual al test negativo que los visitantes deberán presentar antes de entrar en territorio británico se unirán otros dos más a lo largo del proceso de cuarentena, en el segundo y el octavo día. El titular de Sanidad ha defendido las medidas, señalando que quienes no las cumplen "están poniendo a todos el riesgo" y emplazando también a las empresas de transporte a asegurarse de que sus pasajeros están al tanto de la nueva normativa y se arriesgan a "fuertes multas" en caso de incumplirla. 

Otras medidas en Reino Unido

El Reino Unido aplicará medidas draconianas para controlar las cepas de la COVID-19, con la exigencia de nuevas pruebas y una pena de 10 años de cárcel para los viajeros que mientan sobre los países visitados si éstos están en la "lista roja". Así, se exigirá la cuarentena en hoteles designados por el Gobierno para los británicos, residentes en el Reino Unido o en la República de Irlanda, que entren desde países incluidos en una "lista roja" de riesgo de alguna de las cepas del coronavirus —los países de América del Sur, Portugal y Sudáfrica—. Estas medidas, agregó Hancock, serán aplicadas en Inglaterra, pero aclaró que el Gobierno trabaja con las autoridades autonómicas de las otras regiones para que aprueben reglas similares.

El coste de esta cuarentena correrá a cargo del viajero y asciende a 1.750 libras (1.994 euros) por persona, que cubrirá el alojamiento y el transporte a alguno de los 16 hoteles designados, que entre todos sumarán 4.600 habitaciones. Según explicó el ministro, los viajeros no podrán salir de sus habitaciones durante el periodo de la cuarentena y habrá vigilancia para asegurar que las medidas se cumplan. Al llegar al Reino Unido, estos viajeros serán llevados por personal asignado a estos hoteles, según el ministro, que no ha especificado cuánto tiempo durarán las medidas. Quienes se nieguen a realizar la cuarentena en hoteles asignados pueden afrontar una multa de hasta 10.000 libras (11.300 euros).

Nuevas pruebas de la COVID

A fin de evitar una posible propagación de nuevas variantes, el Gobierno añadirá otras dos pruebas de COVID-19 a la que ya se exige a todos los viajeros antes de iniciar el viaje al Reino Unido, donde, además, están obligados a una cuarentena de 10 días. En virtud de las nuevas medidas, a partir del lunes a todos los viajeros se les pedirá —una vez que hayan entrado en el Reino Unido— dos pruebas de COVID-19: la primera en el segundo día de sus diez días de cuarentena y la segunda en el octavo día.

Las personas que hacen cuarentena en hoteles estarán también obligadas a someterse a estos dos test. En caso de que alguno dé positivo, los expertos analizarán el genoma del virus para establecer si se trata de una nueva cepa del coronavirus. Todos los viajeros estarán obligados a realizar las reservas de estas dos pruebas de PCR antes de viajar, indicó Hancock, y agregó que el Gobierno dará a conocer más detalles el día 11. Las aerolíneas, explicó el ministro, estarán obligadas a verificar que los pasajeros tienen reservados estos tests. En caso de que sea positiva una de las dos pruebas de COVID, el infectado deberá hacer otros diez días de cuarentena.

Duras multas y medidas

Para asegurar el cumplimiento de las nuevas medidas, el Gobierno impondrá una multa de 1.000 libras (1.130 euros) para quien no se someta al primero de los dos tests exigidos en los 10 días de cuarentena, mientras que la pena ascenderá a 2.000 libras (2.260 euros) si no se hace la segunda prueba. Los viajeros deberán facilitar sus detalles personales y el domicilio en el Reino Unido.

Aquellas personas que, al rellenar los formularios de localización, traten de mentir al no declarar que no estuvieron en días previos en alguno de los países de la "lista roja" pueden afrontar una pena de hasta diez años de cárcel. Los casos de COVID-19 han bajado un 47 % en las últimas dos semanas, mientras que más de 12 millones de personas ya han sido vacunadas, agregó Hancock. El Gobierno británico comunicó ayer, lunes, 14.104 nuevos contagios de COVID-19, la cifra más baja desde principios de diciembre, y otros 333 fallecimientos.

 
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