Nueva Zelanda vuelve a poner bajo confinamiento su ciudad más grande por un único positivo detectado
El confinamiento afecta a dos millones de personas y las escuelas de Auckland solo abrirían para los trabajadores esenciales y los negocios quedarán cerrados al público
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La primera ministra de Nueva Zelanda, Jacinda Adern. / GettyImages GettyImages
Madrid
Auckland, la ciudad más grande de Nueva Zelanda, volverá a entrar en una semana de confinamiento, que afecta a casi dos millones de personas, después de la detección de un nuevo caso de coronavirus, según ha informado la primera ministra, Jacinda Ardern.
La decisión se ha tomado este fin de semana después de detectar un solo contagio. Aquel país -de 5 millones de habitantes- registra 65 casos activos. Una situación similar en Australia. Nueva Gales del Sur, por ejemplo, lleva 42 días libres de coronavirus.
"Es frustrante. Sé que lo es", ha lamentado Ardern tras confirmar esta nueva decisión sobre la ciudad, ya confinada el 14 de febrero durante tres días tras el hallazgo de tres nuevos casos.
El nuevo caso del sábado aún no se ha vinculado a ese grupo, lo que obliga al gobierno a implementar el bloqueo, ha explicado Ardern en rueda de prensa recogida por el 'New Zealand Herald'. Nueva Zelanda ha llamado la atención con su modelo de respuesta a la pandemia, especialmente por su acción temprana y agresiva. El país de alrededor de cinco millones de personas, ha registrado 2.016 casos de Covid-19, con 26 muertes.
La estrategia que se ha seguido en toda Europa ha consistido en reducir el número de contagios para evitar el colapso del sistema sanitario. Y a partir de ahí, convivir con el virus tratando de evitar que se vaya de las manos. La otra estrategia que han seguido en países como Nueva Zelanda o Australia: se llama Cero COVID. Y consiste en un restricciones muy estrictas hasta eliminar, por completo, la propagación del virus. Una propuesta prácticamente inviable a estas alturas por su coste económico y social.
Así las cosas, a partir de este domingo las escuelas de Auckland solo abrirían para los trabajadores esenciales y los negocios quedarán cerrados al público. Para el resto de Nueva Zelanda, las reuniones se limitarían a 100 personas y se aplicarían estrictamente las reglas de distanciamiento físico.
