El Supremo confirma prisión permanente revisable para un hombre que mató a su tía en Tenerife

Madrid

El Tribunal Supremo ha decidido confirmar la condena de prisión permanente revisable impuesta a un hombre que en 2019 asesinó de "una brutal paliza" a su tía en el distrito tinerfeño de Ofra, una mujer de sesenta años con una discapacidad reconocida. Fuentes del caso afirman a la Cadena SER que los jueces del Supremo avalan la imposición de esta condena al asesino al entender que la vulnerabilidad de la víctima no fue tenida en cuenta dos veces para imponer la pena.

Los hechos ocurrieron en 2019 en Santa Cruz de Tenerife. El acusado atacó a su tía en lo que los jueces que estudiaron el caso calificaron de "brutal paliza" ejecutada con "saña inusitada". Para entonces, además, el agresor llevaba un tiempo maltratando a su víctima, con insultos y controlando todo su contacto con el mundo exterior. La víctima, según los hechos probados, tenía "incontables lesiones por todo el cuerpo" y sufrió finalmente "una muerte lenta y agónica".

Fuentes del caso adelantan a esta emisora que el Tribunal Supremo, tal y como pedían el Instituto Canario de Igualdad y la Fiscalía, ha rechazado el recurso del condenado y ha confirmado  la condena de prisión permanente revisable rechazando algunos de sus argumentos, por ejemplo que la vulnerabilidad de la víctima había sido tenida en cuenta por duplicado para condenarle.

Los jueces del Supremo, en la sentencia, avalan las resoluciones anteriores de los tribunales canarios para demostrar que debe ser condenado porque su intención siempre fue acabar con su vida. "Pocas veces se aportan datos que con tanta claridad permitan definir un dolo directo de primer grado" ya que "evidencian que el acusado propinó una paliza tan bestial por zonas vitales del cuerpo a su víctima que sólo se puede entender que así lo hizo porque quería matarla", razona la sentencia que ha tenido como ponente al magistrado Ángel Hurtado.

"Por tratarse de una mujer"

La sentencia a la que ha tenido acceso esta emisora también avala que el relato de hechos probados incluyese el maltrato y el control al que el asesino tenía sometida a la víctima. Había "impedido" la relación de la mujer con familia y amigos, "no podía salir sin él" de casa y gestionaba su dinero y hasta sus visitas al médico "anulándola como persona por tratarse de una mujer" además de proferir insultos machistas contra ella.

Ampliar

Avalan también en este punto los jueces del Supremo la actuación del jurado popular que estudió el caso en primera instancia. "El jurado se centró en lo que se tenía que centrar, que era aprobar el presupuesto fáctico" siendo "una prueba necesaria y relevante al objeto de lo que debía acreditar". Otra de las quejas del acusado tenían que ver con el primer abogado que le asistió durante el juicio, al que renunció al comienzo de la vista.