Solo dos de cada diez estudiantes consigue una matrícula universitaria 100% gratuita

En un momento en el que estudiar en la universidad en España es casi un bien de lujo, por la falta de plazas en universidades públicas y el alto coste de estudiar en las privadas, solo dos de cada diez jóvenes cursa estudios en la universidad a coste cero, sin pagar la matrícula. El 17,3% de los universitarios recibe una beca estatal mientras que apenas un 3% consigue ayudas de su comunidad autónoma para costear los créditos matriculados. Un estudio realizado por la red de emisoras de la Cadena SER revela que apenas 40.000 alumnos reciben estas becas autonómicas que sufragan el 100% de la matrícula de sus estudios universitarios.

Hasta nueve comunidades tienen programas de ayudas que permiten este coste cero pero es Galicia la que consigue beneficiar a un mayor número de estudiantes: 20.000 por curso. Entran gratis los de primer año y los que ya están en el sistema siempre y cuando aprueben todas las materias. "En Galicia hemos sido durante mucho tiempo la comunidad con las tasas universitarias más accesibles, lo que ha permitido que muchas familias hayan podido dar una salida a sus hijos sin un sobreesfuerzo y hace dos años dimos un paso más con la matrícula gratuita desde primero hasta el fin de una carrera universitaria", explica a la SER el consejero de Educación, Ciencia, Universidades y FP de la Xunta de Galicia, Román Rodríguez. "Supone una reducción del esfuerzo para las familias, sobre todo de clase media, mientras que las universidades no pierden ni un solo euro", asegura Rodríguez.

Castilla la Mancha acaba de estrenar un sistema similar aunque en su caso solo se benefician los alumnos de primer año, cerca de 5.000 estudiantes. Tampoco pagan nada los alumnos que se matriculan en Asturias o La Rioja, mientras que en la Comunidad Valenciana ese coste cero tiene tope, los cinco millones de euros de inversión de la Generalitat. Así, si hay más peticiones que sobrepasan ese presupuesto las ayudas se otorgan por nota. En Murcia, se benefician solo los alumnos de primer año de carreras científicas, mientras que País Vasco, Navarra o Canarias exigen a los alumnos criterios como el empadronamiento o la tributación en estas regiones. En el caso de la Comunidad de Madrid, el requisito fundamental para acceder a estas ayudas es la renta, es decir, se dirigen únicamente a los alumnos en situación desfavorecida.

Hay otras dos comunidades donde la ayuda es casi universal, Andalucía, con más de cien mil beneficiarios, y Cataluña, con cerca de cinco mil. En la primera, el alumno paga el primer año de carrera pero si a medida que avanza aprueba todos los créditos, en los sucesivos cursos la matrícula se bonifica a un 99%. En el caso catalán, se aplica un descuento de hasta el 80% en los créditos matriculados.

Ayudas para los estudiantes que cambian de residencia

Es llamativo que, según los datos recopilados en este análisis, apenas cinco comunidades autónomas ofrecen ayudas directas para estudiantes universitarios que tienen que cambiar de lugar de residencia para poder estudiar un grado. Son Extremadura, Aragón, Navarra, Baleares y Canarias. Sin embargo, las cuantías de estas ayudas son muy pequeñas en relación con los altos precios de los alquileres. Canarias, con 2.700 euros, y Extremadura, con 2.500, son las que ofrecen una ayuda más alta. Llama la atención Aragón, mientras que concede un máximo de 1.500 euros en becas de residencia, la ayuda para estudiantes con expedientes brillantes es de 2.500 euros.

Para los expertos, como Jesús Sánchez Fuentes, director del Instituto Complutense de Estudios Internacionales y profesor de Economía Aplicada, las comunidades autónomas no aciertan del todo cuando aplican criterios similares a los del sistema estatal a la hora de becar a los estudiantes. "Las becas autonómicas deben entenderse como un complemento al sistema estatal, no como un sustituto. En este sentido, aplicar criterios similares a los del sistema estatal haría estéril el papel de las becas autonómicas en este ámbito. Lo fundamental sería balancear el mínimo rendimiento académico exigible en un nivel educativo no obligatorio con la situación económica personal y familiar, de forma que se garantice la igualdad de oportunidades y la libertad de elección de titulación", explica este experto a la SER. El profesor Sánchez Fuentes también cree que debería establecerse "un marco estatal que garantice coherencia y equidad" a la hora de aprobar y conceder este tipo de ayudas. "El acceso a la universidad no puede depender del código postal del estudiante. La falta de coordinación y la ausencia de un marco común son, en buena medida, consecuencia de un clima político crecientemente polarizado, que bloquea la posibilidad de alcanzar pactos de Estado en ámbitos esenciales como la educación", afirma. Para Sánchez Fuentes, al margen de las desigualdades territoriales se está debilitando la capacidad del sistema para garantizar la igualdad de oportunidades en el acceso a la universidad".