Nos ocurre a todos. En ocasiones no deja de ser algo normal (mudamos nuestro pelo como los árboles se desprenden de sus hojas) y, en otras, puede enmascarar un problema de salud. «No se puede prevenir, el pelo tiene su ciclo. Es importante poner los medios para que el pelo que cae para cambiarse tenga el medio adecuado para volver a crecer. Hay que nutrirlo en épocas de caída con hierro, azufre, cinc y vitamina D», señala el Doctor José María Ricart, jefe de la unidad de cirugía plástica y dermatológica del Hospital Quirón de Valencia. Muchas personas por estas fechas se asustan cuanto ven que en la ducha o en el cepillo quedan más pelos de los habituales. «Los pacientes llegan con bolsas de pelo y te van recogiendo con papel de plata lo que les ha ido cayendo cada uno de los días... Es una situación angustian porque las mujeres ven una disminución de su mata en periodos de tiempo muy cortos. Hay veces que la caída es de 200 pelos al día. La gente nota que se le cae el pelo a matojos», reconoce el Doctor José María Ricart, jefe de la unidad de cirugía plástica y dermatológica del Hospital Quirón de Valencia. Para empezar, lo primero que tenemos que tener claro es que es habitual cierta caída. Hay dos épocas clave: en agosto hasta el invierno y los meses de primavera. Es normal que nos caigan hasta 50 pelos al día, en estas épocas podemos llegar a desprendernos hasta de 200. Contar durante 60 segundos la caída de pelo parece ser un método fiable para evaluar la pérdida de cabello, según un reportaje publicado en el número de junio de Archives of Dermatology del Journal of American Medical Association. «El pelo de las personas es como las hojas de los árboles, cuando llega una determinada época del año, los árboles cambian las hojas. Con el pelo de las personas ocurre lo mismo. Así como en los osos, el cambio de pelaje es muy importante, les obliga a invernar y esconderse, en los humanos, ese cambio de pelaje no es completo, si no secuencial, porque si no cuando llegara el invierno nos caería todo el pelo de golpe y lo que nos cae es una parte », afirma Ricart. Pero... ¿Qué sucede entonces? ¿Porqué a veces nos asustamos tanto cuando se nos cae el pelo en esta época? «En ocasiones, no sólo nos cae un 8 - 10% de la melena que tenemos, si no que por determinados motivos - que a veces no son conocidos- se produce una caída masiva. Muchos de esos pelos coinciden en fase de caída y eso es lo que hace que en los meses de Agosto, Septiembre, octubre, noviembre los pacientes se asusten y vengan muchas veces abrumados por la caída tan importante que tienen», comenta nuestro experto. Pero hay otras causas de la caída del cabello: «Desde la desnutrición, enfermedades tiroideas, cáncer, quimioterapia, alteraciones en el hierro (ocurre muchas veces en mujeres cuando tienen reglas abundantes)... Lo mejor es acudir a nuestro dermatólogo, porque en ocasiones, hay una enfermedad subyacente que se está manifestando por una caída de pelo», admite Ricart. «No se puede prevenir, el pelo tiene su ciclo. Es importante poner los medios para que el pelo que cae para cambiarse tenga el medio adecuado para volver a crecer. Hay que nutrirlo en épocas de caída con hierro, azufre, cinc y vitamina D», añade el doctor. La caída estacional nos pasa a todos en mayor o menor medida. En ocasiones, no deja de ser algo normal (mudamos nuestro pelo como los árboles se desprenden de sus hojas) y, en otras, puede enmascarar un problema de salud. Lo importante es no llevarse las manos a la cabeza, consultar con un especialista, antes de asustarnos. Él nos dirá si es algo circunstancial o si esconde otras patologías. ENLACES Hospital Quirón Archives of Dermatology del Journal of American Medical Association.