Barberá niega financiación irregular del PP valenciano y no dimite: “Todo es falso”

Valencia

Rita Barberá ha sido muy clara: no se va. "No voy a dimitir". No ha tardado en dejarlo claro en una comparecencia de más de una hora en la que la senadora y exalcaldesa ha querido responder punto por punto a todas las incógnitas abiertas.

Pero en lo referente al meollo jurídico del asunto se ha limitado a reivindicar su inocencia, sin más, sin entrar en detalles y amparándose en un secreto de sumario que ha lamentado en muchas ocasiones se esté vulnerando en una situación de ilegalidad constante que la pone en una situación de total indefensión. "Soy honrada, no corrupta, ni moralmente, ni económicamente",

Y ha explicado que sí, que ella hizo las donaciones que le pedía su partido: 60,10 euros mensuales y aportaciones en momentos concretos, como los 1.000 euros de la última campaña electoral, que no le devolvieron, u otras como cuando había que pagar la seguridad de populares amenazados por ETA en Euskadi. Pero que no sabe nada ni de cajas B ni de blanqueo.

Ha contrapuesto su honradez frente a la de otros: el Felipe González de Filesa y de los GAL; Podemos y su supuesta connivencia con el regimen venezolano; los ERE's de Andalucía; los casos de corrupción de Catalunya o poniendo en tela de juicio la financiación de otros partidos, como Ciudadanos. Se pregunta Barberá de dónde ha sacado dinero para pagar tres campañas electorales con más medios que el primer partido.

Y ha tenido palabras de agradecimiento para quienes como Mariano Rajoy, María Dolores de Cospedal, Celia Villalobos o Francisco Camps han estado a su lado y lo han demostrado. Entre los agradecimientos ni uno solo a la actual dirección de su partido. En ese sentido, Barberá se ha referido a la filtración del mensaje de móvil a dirigentes del PP valenciano en el que supuestamente amenazaba con tirar de la manta. Sin nombrarla, ha afeado a Isabel Bonig su deslealtad cuando ha dado la cara por el PP valenciano en un momento tan difícil como el de su refundación.

Únete al canal de WhatsApp de la SER

También ha arremetido contra otros, como Alberto Fabra, que la han criticado abiertamente: a él también se le pasaron muchas cosas cuando mandaba en el PP, ha dicho. Y a quienes desde su partido le han pedido responsabilidades y explicaciones les entiende desde su larga experiencia. Y atribuye sus palabras a su juventud y al nerviosismo que provoca el actual momento político.

Rita Barberá está deseando que se levante el secreto de sumario para poder defenderse porque no sabe de qué se le acusa y por eso mismo no está dispuesta a dar explicaciones en les Corts, el lunes, como quiere Podemos, porque no puede hablar de lo que no sabe y está bajo secreto. "No voy a participar en un juicio público", ha dicho. Sin aclarar si irá o no a Les Corts sí que ha insistido en que sólo responderá ante la justicia constitucional.

Y también se ha referido a otros efectos colaterales de todo lo ocurrido. Por ejemplo, de su cuñado, ha dicho, sus palabras, amenazando con correr a bofetadas a su mujer si daba dinero al Pp, fueron desafortunadas pero que se retractó. Y acababa su comparecencia citando a Marañón: "el odio es pasión de larga duración". "Si los débiles llegan a ser fuertes estalla la venganza".

Esta ha sido la primera comparecencia pública de Barberá en una rueda de prensa desde que se produjeron las detenciones por el denominado caso Imelsa y desde que concejales, exediles y asesores del grupo popular en el Ayuntamiento de Valencia declararon como investigados por un presunto caso de blanqueo en el PP municipal.

Rita Barberá difundió el pasado 2 de febrero un comunicado en el que aseguró que "ningún contrato del Ayuntamiento de Valencia se ha amañado, ni ha habido ninguna mordida, ni desvío a financiación ilegal".

Barberá aseguró que las adjudicaciones del Ayuntamiento de Valencia, durante los 24 años que fue alcaldesa, no se habían "puesto en duda".

Según aseguraba en el escrito, con estas manifestaciones quería salir al paso de la "pública petición por algunos miembros" de su partido y por "la presión de los medios de comunicación" para que diera "explicaciones de la situación judicial" del grupo popular del Ayuntamiento de Valencia