La ELA ataca más a las personas que viven en el norte del país
Así lo constata un estudio del Instituto de Investigación Valdecilla, que recoge que el papel del medio ambiente en el desarrollo de la enfermedad es importante
Santander
La ELA es una enfermedad degenerativa que afecta a las neuronas motoras, las encargadas de controlar el movimiento de los músculos voluntarios. Tiene una incidencia de 3 casos por cada 100.000 personas al año y se localiza más en los varones. Su edad media de detección son los 56 años.
Su origen todavía no está determinado por completo, aunque la hipótesis más respaldada sugiere que los genes y los factores ambientales influyen para que aparezca en individuos predispuestos genéticamente.
Por ello estos estudios tienen una gran relevancia porque inciden en la influencia que puede tener el medio ambiente. Javier Riancho, neurólogo de Valdecilla y responsable de los estudios, señala además que se detectan más casos en el norte que en el sur.
Las investigaciones determinan además que en los últimos 30 años los casos se han duplicado, algo que se debe, no a un mayor conocimiento de la misma que facilite más diagnósticos, sino a una mayor incidencia.
El 90 % de los casos de ELA son esporádicos, es decir, se detectan en personas sin antecedentes familiares.