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La semana, por Marcos Sanluis

El ejemplo de Manuel Pablo

El defensa del Deportivo Manuel Pablo, durante la rueda de prensa ofrecida en la ciudad deportiva de Abegondo, para despedirse del club. / Cabalar EFE

A Coruña

-Lunes, 4 de julio. Ese día conocimos los datos del paro correspondientes a junio, que fue un buen mes. Las contrataciones propias del verano suelen tirar hacia abajo del desempleo y este año también ha sido así. El paro bajó en la provincia en casi 4.500 personas en junio, también descendió en la ciudad de A Coruña.

El dato es bueno, pero de nuevo habrá que incidir en la temporalidad de estas contrataciones, propias de la época, y en la debilidad de la recuperación económica. Porque, al final, son las pujanzas sólidas y no las reformas laborales las que crean empleo.

El lunes, además, el pleno debatió una propuesta del Gobierno local para reclamar a la Xunta que negocie con la comarca la entrada de los autobuses metropolitanos al centro de la ciudad y un plan de movilidad que coordine todas las líneas, en especial ahora que las concesiones que tienen las empresas de buses para prestar el servicio empiezan a caducar.

Este último detalle ha pasado desapercibido, aplastado por el debate sobre si los buses deben llegar al centro de A Coruña. Parece claro que la Xunta pretende lograr este objetivo, o al menos dejarlo encarrilado, antes del final del actual mandato, antes de las elecciones autonómicas. Pero el debate debe ir mucho más allá. ¿Podrían realizar los buses comarcales paradas similares a las de la Compañía de Tranvías y prestar al mismo tiempo que entran en la ciudad un servicio urbano? ¿Debería la Compañía de Tranvías extender sus líneas para recoger también a los habitantes que residen en zonas colindantes con A Coruña? La normativa y las concesiones restringe estas posibilidades que podrían mejorar el servicio. Quizá sea el momento de empezar a hablar de estas opciones.

-Martes, 5 de julio. Los alcaldes de A Coruña, Ferrol y Santiago, los llamados alcaldes del cambio, lanzaron un llamamiento a la unidad para que el candidato de En Marea a la presidencia de la Xunta sea escogido por consenso. Los tres se reunieron en Ferrol y firmaron un manifiesto en el que abogan por esta fórmula para elegir a quien encabece la lista. El encuentro fue además una demostración de fuerza de las mareas municipales frente al poder de las cúpulas de los partidos integrados en En Marea: Podemos, Anova y Esquerda Unida.

A los alcaldes de A Coruña, Ferrol y Santiago los avalan las urnas y el éxito de haber encabezado lo más interesante de lo que ha sucedido en la izquierda en los últimos años: esa capacidad para agrupar diferentes sensibilidades, por encima de siglas políticas, y de incorporar al proceso a centenares de ciudadanos con vocación política pero sin formar parte de ningún partido. En Marea Atlántica a Xulio Ferreiro lo eligieron por consenso, pero formalmente existía la posibilidad de que alguien se presentara como alternativa para forzar una votación. Nadie lo hizo, Ferreiro se conviertió en la cabeza de lista y el resto de la candidatura se formó por primarias. El consenso que reclaman los alcaldes corre el riesgo de convertirse en dedazo, herramienta de la política tradicional de la que quiere huir la “nueva política”. El tiempo corre en su contra. Y lo saben.

-Miércoles, 6 de julio. El Concello da Coruña y el Ministerio de Fomento han alcanzado un acuerdo para la reforma de Alfonso Molina, la principal vía de acceso a la ciudad. Habrá más carriles en el entronque con la autopista, pero menos a la altura de Ponte da Pedra. La velocidad máxima estará limitada a 70.

Sostiene el Gobierno local que ha conseguido humanizar un proyecto que le parecía muy agresivo. Sostiene Fomento que se ha limitado a maquillar una propuesta que, en esencia, es la misma. Y, por paradójico que parezca, seguramente ambos tengan razón. Lo que parece evidente es que el proyecto es ahora mejor y que la colaboración institucional es posible por muy distantes que sean las posiciones políticas.

-Jueves, 7 de julio. A sus 40 años, Manuel Pablo, todo un símbolo en el deportivismo, decidió colgar las botas, al igual que hizo al finalizar la temporada su amigo y compañero de vestuario durante muchos años Valerón. Manuel Pablo aún estaba dispuesto a continuar una campaña más, pero el club le ha convencido para convertirse en el enlace entre los jugadores y la dirección deportiva.

Se va el último símbolo de la época más gloriosa del club blanquiazul. Manuel Pablo es todo un ejemplo. Sin estridencias, sin generar absurdas polémicas y con la idea de que el grupo está por encima de la individualidad, ha firmado una brillante hoja de servicios que va mucho más allá de títulos y logros personales. Pero el caso de Manuel Pablo tiene otra virtud más. Rompe con la dinámica de un club que en el pasado permitió salir a sus símbolos por la puerta de atrás y con diferencias públicas. Manuel Pablo se queda y eso es en si mismo una buena noticia.

Mientras, en la política municipal, el Gobierno local de A Coruña descartó una peatonalización total de Monte Alto. Sí proyecta aumentar los espacios para los peatones, crear una senda para los que van a pie y compensar la pérdida de plazas de aparcamiento que pueda generar esa medida con la apertura de otros espacios para el estacionamiento de vehículos.

Es lógica la preocupación de los vecinos por este último aspecto, pero la iniciativa parece loable. Las sendas peatonales son una gran asignatura pendiente en la ciudad, a pesar de que Joan Busquets las diseñó hace ya muchos años. Pruebe a ir a pie de Matogrande al complejo deportivo Elviña.

-Viernes, 8 de julio. La pugna entre los socialistas gallegos sobre quién debe ser su senador por designación autonómica llegó también a A Coruña. La secretaria general de la Agrupación Socialista Coruñesa, Mar Barcón, defiende la candidatura de José Luis Méndez Romeu, porque es la propuesta del grupo socialista en el Parlamento de Galicia. Valentín González Formoso, presidente de la Diputación, defiende la opción de Modesto Pose, propuesta de la gestora. Dice Formoso que el grupo parlamentario debe obedecer al partido.

Es curioso comprobar cómo el reparto de sillones, que provoca el hartazgo en la ciudadanía, sigue preocupando a los socialistas y generando conflictos internos. En esto está el PSdeG. En Marea, sin candidato. El BNG, enfrascado en su enésimo debate interno a golpe de manifiesto. Ciudadanos Galicia, en plena crisis. Y, mientras, Feijóo sonríe. Plácido. Tranquilo. De verano.

Marcos Sanluis López

Marcos Sanluis López

Director de Contenidos de Radio Coruña Cadena SER. Licenciado en Periodismo por la Universidad de Santiago...

 
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