Valladolid se rinde a Pokémon GO

Valladolid

Seguro que se ha fijado en que, desde el viernes 15 de julio, muchas más personas de lo habitual caminan por las calles de Valladolid absortos, mirando su móvil y a paso ligero. De repente frenan en seco y comienzan a tocar la pantalla táctil de su smartphone 'como si no hubiera mañana'. ¡Están cazando Pokémon!

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¿Qué es Pokemon GO?

Las empresas Nintendo y Niantic han sacado al mercado de los dispositivos móviles el juego Pokémon GO revolucionando la forma de jugar en todo el mundo. Se trata de un juego, que combina la realidad aumentada y la geolocalización, en el que cada 'entrenador' (así se llaman los usuarios) debe caminar por la calle y localizar Pokémon, unos personajes de dibujos basados en animales y plantas reales. El funcionamiento es sencillo. Cuando nos aparece el Pokémon en la pantalla, lanzamos una 'pokeball' y lo capturamos. Además, se pueden conseguir objetos necesarios para el juego si nos acercamos a plazas, monumentos y puntos de interés de las ciudades. También se puede 'luchar' contra otros 'entrenadores' en los gimnasios, puntos especiales donde se libran 'batallas virtuales'. ¿Con qué finalidad? Pasar un rato divertido, pero poco más.

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Un juego contra el sedentarismo

Desde que aparecieron las consolas, los videojuegos han sido acusados de fomentar el sedentarismo en los más jóvenes y Pokemón GO pretende cambiar esta fama. Una parte fundamental del juego es 'hacer kilómetros', recorrer las calles de las ciudades para conseguir más puntos y ahí se encuentra el secreto para que nadie se quede en casa. En el mapa aparecen puntos de interés, llamadas 'pokeparadas' ubicadas en sitios emblemáticos como la estatua de José Zorrilla, la Casa Cervantes o el Museo Nacional de Escultura organismo que se preguntaba en Twitter por las consecuencias de esta moda.

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Una jornada cazando Pokémon

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Doce del mediodía. El termómetro de la Plaza Colón marca 40 grados al sol. Decidimos entrar en el Campo Grande para aprovecharnos del frescor que nos proporciona la naturaleza (también porque dicen que los Pokémon se encuentran en el que podría ser su hábitat original)  y nos encontramos con una veintena de personas entorno a la biblioteca que hay en este lugar. Hablan entre ellos, señalan las pantallas de sus móviles y se ríen. Aparece un Pokémon y se hace el silencio. Levantan sus móviles, apuntan con el dedo y lanzan la 'pokeball' como si de un duelo del Oeste se tratara. ¡He conseguido a Growlithe!, grita uno de ellos. Ha cazado uno de esos 'animalitos virtuales' con forma de tigre. Seguimos caminando y en cada banco hay un par de personas mirando el móvil, en la misma posición. Pero no sólo son jóvenes, Pokémon GO ha enganchado a vallisoletanos de todas las edades e incluso salen en familia de caza.

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Salimos de este espacio y nos encontramos con la misma fotografía en muchas calles y plazas de la ciudad. Todos buscan el Pokémon más famoso y preciado (y que menos aparece): Pikachu, un personaje amarillo, gracioso y que lanza rayos eléctricos, a quién los expertos ubican en Parquesol o Delicias.

Dicen que no es lo mismo contarlo que vivirlo y por eso hemos utilizado la aplicación en todo el recorrido que hemos hecho. En poco más de media hora hemos conseguido una veintena de Pokémon, pero los hemos cazado por el bien del reportaje, por supuesto...

Sin duda alguna, este juego está siendo una revolución pero, ¿por cuánto tiempo? Nadie puede responder a esta pregunta, todo dependerá de cómo los desarrolladores hagan que evolucione el juego, pero parece que ha venido para quedarse y que nos hagamos con todos.