El Circo del Sol suena en andaluz

Sevilla

No hay entradas, pero hay colas. Hacía siete años que el Circo del Sol no pisaba Sevilla, y eso se nota en el ambiente al llegar a la explanada donde representan 'Totem' y donde centenares de personas acceden, aún sin localidades, para intentar ver un espectáculo irrepetible.

Hay colas porque en la venta de entradas por internet se cita claramente desde media tarde que no hay butacas para los dos pases de la jornada de hoy jueves, la primera para el público en general.

Sin embargo, mucha gente accede al recinto porque no sabe que todavía quedan seis intensas semanas para que se desmonte la inmensa carpa que se ha instalado en el Charco de la Pava, otrora lugar destinado a un mercadillo que se ha ido desmantelando en los últimos años por el Ayuntamiento.

Salvadas las colas, y una vez informados por parte de sus responsables de que seguro que se podrán conseguir entradas hasta que se despida el circo en la segunda semana de marzo, la carpa se abre al público que acude a ver lo que ha hecho un paisano.

Y es que el director musical de 'Totem', Alex Romero, es sevillano y le ha dado un aire muy suyo a un montaje que no permite parpadear durante todo el tiempo que los artistas se mueven a su son por el escenario o la pista, que para eso es un circo.

Álex Romero le ha puesto música a la evolución del hombre, porque de eso va su montaje: de la evolución que el hombre experimentado a lo largo de los siglos, de cómo ha influido la mitología en su forma de ver la vida, de cómo ha evolucionado a lo largo de la historia, o de cómo se pueden hacer coreografías imposibles para arrancar minutos y minutos de aplausos para premiar algo para lo que comienzan a faltar calificativos.

De hecho, es la primera vez que llega al Circo del Sol el flamenco mediante la adaptación de unas bulerías para acompañar "el viaje de la evolución de los humanos desde ser anfibios, al deseo de volar, haciendo un viaje por distintos ritmos, por distintos montajes musicales para formar el espectáculo final", como explica a Efe el autor de una sinergia perfecta entre el flamenco moderno y la historia antigua.

Álex Romero revisa cada centímetro cuadrado de su espectáculo para que no falte de nada, como si representarlo en su tierra fuese para él un plus de responsabilidad, y de hecho parece que así es.

En las últimas semanas le han llovido los mensajes en las redes sociales de gente que le ha dado ánimos, se han citado con él o le han felicitado por lo que ha creado, y todo eso se refleja en un chico alto y delgado, menudo, con un cerebro que parece especialmente dotado para vivir de la música y hacer disfrutar a quién acude a ver sus creaciones.

Sus bulerías son parte de lo que el público disfruta en la carpa con los cinco sentidos, porque 'Tótem' recorre ritmos africanos, nativos americanos o música de Bollywood, con un público entregado que, en suelo andaluz, espera especialmente ese toque de bulerías en el segundo acto, con baile flamenco en vivo.

Y todo con ese lenguaje visual al que este circo universal tiene acostumbrado al público de todo el mundo, con acrobacias, mostrando con posturas imposibles la evolución de las especies, con un equipo técnico que hace que la naturaleza surja desde el centro de la carpa, ante los ojos de un patio de butacas entregado a una obra de arte en tres dimensiones.

Ocho músicos completan la magia, con voces africanas o canadienses, en el tercer montaje que tiene el sello de este joven, que ya tiene a sus espaldas en el Circo del Sol 'Saltimbanco' y 'Varekai', aunque es la primera vez que visite su tierra como director musical.