La policía carga contra los agricultores que han pedido en Toledo soluciones a la plaga de conejos
Los concentrados que aseguran "daños en fincas enteras" han roto el cordón policial que les cortaba el acceso a las Cortes regionales
Manifestación de la Plataforma de Agricultores Damnificados por la Plaga de Conejos en La Mancha para mostrar su rechazo a la ley de protección del conejo de monte y los planes de gestión de Zonas ZEPA / Ismael Herrero (EFE)
Toledo
Llegados de Puebla, Villa de Don Fadrique, Santa Cruz de la Zarza, Lillo, Corral... 1000 agricultores según la policía local, 16 autobuses, han llegado a Toledo a primera hora para pedir al Gobierno regional que declare plaga de conejos, porque lamentan muchas pérdidas económicas por los daños que sufren en sus cultivos.
La masiva concentración de hombres y mujeres del campo ha resultado tensa por momentos porque frenados por un numerosísimo dispositivo de policia nacional han roto el cordón policial en un momento dado, intentando acercarse a las Cortes de Castilla- La Mancha donde se celebraba pleno ordinario este jueves.
Ante la revuelta de los agricultores concentrados y después de que rompieran el primer cordón policial que les cortaba el paso, la policía ha cargado contra los cabecillas de la manifestación a la entrada de la sede parlamentaria. Mira el vídeo
Finalmente algunos de los dirigentes de este colectivo han sido recibidos en las Cortes, curiosamente con la mediación de la policía. Quieren ser ellos mismos los que se ocupen de reducir la población de conejos, que aseguran, no son los de monte y que las medidas que ha puesto en marcha la administración, son insuficientes. Aseguran que son "doce años" de problema.
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Los agricultores se manifiestan en las Cortes CLM por los daños de los conejos
Critican que los gobiernos regional y nacional "se tiren la pelota uno a otro", y piden a la Administración autonómica que proceda a declarar la situación de plaga y que adopte "medidas más drásticas".
Los agricultores estiman que las pérdidas económicas pueden alcanzar los 600 millones de euros y han advertido de que cuando los cultivos leñosos se empiecen a secar las pérdidas pueden "multiplicarse por 1.000".
