"Se cortará la cabeza del que haya cometido alguna tropelía"

Santander

El presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, ha dicho que hay que esperar a que se dilucide en los tribunales si ha habido irregularidades en las contrataciones del Servicio Cántabro de Salud (SCS) y ha añadido que "si alguien ha cometido una ilegalidad, el primero que pide la cabeza" va a ser él.

Revilla ha hecho estas declaraciones tras ordenar la apertura de una investigación interna para esclarecer las presuntas irregularidades que, según el Partido Popular y según el testimonio de una alta funcionaria de Sanidad, se habrían estado cometiendo en el Servicio Cántabro de Salud.

Revilla, que ha hablado con la consejera de Sanidad, Luisa Real, "hasta en tres ocasiones", ha respondido por carta a la misiva que le ha remitido sobre este asunto la presidenta del PP de Cantabria, María José Saenz de Buruaga, a la que ha informado que "ya ha solicitado explicaciones a los responsables del departamento en aras a clarificar la situación".

En la carta a Saenz de Buruaga, Revilla dice a la presidenta del PP que "no tenga la más mínima duda de que en caso de confirmarse cualquier irregularidad" será "el primero en exigir las medidas oportunas", y le agradece su comunicación, además de animarla a hacerle llegar "cualquier información o documento que obre en su poder y que pueda contribuir a esclarecer la situación".

Revilla ha recordado que el gerente del SCS, Julián Pérez Gil, ha dado una rueda de prensa para anunciar la interposición de medidas judiciales contra la jefa de contratación, Inmaculada Rodríguez, y ha opinado que los tribunales es "el mejor sitio" para remitir ese caso.

El presidente cántabro ha pedido esperar a ver qué fallen los tribunales sobre este asunto, y ha insistido en que "si hay algún responsable, que no le queda quepa duda a nadie", que él "corta la cabeza de quien haya cometido una tropelía".

El jefe del Ejecutivo cántabro ha indicado que le han informado de que la funcionaria que ha denunciado esas supuestas irregularidades es una persona "despechada" con su superior y ha recordado que el gerente del SCS ha calificado de "falsas" sus afirmaciones, por lo que ha insistido en que él no puede hacer nada ahora "más que esperar".

"En el caso de que haya algún indicio, al presidente no le va a temblar la mano, como lo he hecho hasta ahora", ha aseverado Revilla, quien ha reiterado que el lugar para tratar este asunto son los tribunales.

Revilla ha considerado que a los tribunales debería haber acudido la jefa de contratación si consideraba que había irregularidades en el servicio, "porque si no es la palabra de uno contra la de otro", ha concluido.