Tito Vilanova, el ayudante que pudo superar a su maestro
Hasta que la enfermedad le apartó del banquillo, Tito Vilanova fue capaz de sacar el máximo de un Barcelona que parecía abocado a la melancolía por la marcha de Pep Guardiola
Pep Guardiola construyó el mejor Barcelona de la historia y después de ganarlo todo en cuatro temporadas, decidió pasar página. En todo ese tiempo siempre tuvo a su lado a Tito Vilanova, un técnico que no tuvo miedo a recoger un equipo de leyenda y que en el poco tiempo que pudo disfrutar de la experiencia demostró que ni el legado de Guardiola ni el proyecto en sí le quedaban grandes. Para la historia quedará siempre el título de Liga logrado con cien puntos.
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"Tito Vilanova representa la idea, el análisis y todos los valores del club, además de una implicación máxima. Tiene personalidad, es diferente a Pep [Guardiola] pero trabajará con el mismo perfil". Con estas palabras justificaba Andoni Zubizarreta, director deportivo del F.C Barcelona, la contratación como entrenador del primer equipo del que hasta ese momento había sido la mano derecha de Pep Guardiola.
En ese momento, el club azulgrana apostó por la continuidad tras la renuncia del técnico que había conducido al Barcelona a lo más alto ganando dos Champions, tres ligas, dos copas del rey, tres supercopas de España, otras tantas supercopas de Europa y otros dos mundiales de clubes. La convicción era que Tito había sido más que un ayudante de Guardiola y la esperanza, que pudiera mantener la filosofía que había conducido al equipo al mejor momento de su historia.
Guardiola, de hecho, fue el que más creyó en Vilanova como su sustituto. "De Tito me espero lo mejor. El club ha acertado de pleno. Seguro que lo hace bien. Sabe cómo hemos funcionado y teníamos ideas conjuntas. Creo que dará a este club lo que yo ya no le podía dar", decía Guardiola el día de su marcha del Barcelona.
De hecho, el de Santpedor no propuso directamente a Tito como su sucesor, pero sí que le dejó entrever al club su idoneidad cuando llegó la hora de encontrarle un sustituto. Así lo dijo Zubizarreta cuando anunció la apuesta por Vilanova. "Pep me decía que lo importante era la idea, el juego, el principio que nos hacen diferentes y las características de cómo queremos que se desarrolle el juego, con la implicación de los futbolistas de la casa. ¿Quién podía sustituirle? La vida tiene que continuar y él ha sido generoso conmigo para darme las pistas suficientes", dijo.
Un arranque formidable
Los hechos no tardaron en demostrar que Vilanova era el técnico más idóneo para liderar al Barcelona en el posguardiolismo. Tenía lo que el mismo Guardiola pensaba que necesitaba su sustituto: fuerza y valor para afrontar el reto. "Si te sientes con fuerza, tira. Todos los entrenadores del mundo desearían esto. Es un trabajo exigente, pero si te sientes fuerte...", cuenta el ahora técnico del Bayern que le dijo.
Y con esa fuerza empezó Vilanova su andadura como técnico del Barcelona, lo que se tradujo en ocho victorias consecutivas. En la Liga, ante la Real, Osasuna, Valencia, Getafe, Granada y Sevilla. Y en la Champions, ante el Spartak de Moscú y el Benfica. Su racha la interrumpió el empate a dos ante el Real Madrid en el Camp Nou, pero luego vino una nueva serie de victorias en el campeonato doméstico. Eso sí, en la fase de grupos de la Champions, bastante encarrilada, el equipo cayó ante el Celtic en Glasgow. Pero fue la única derrota de la que puede considerarse la primera etapa de Vilanova como entrenador.
Esa etapa finalizó con un anuncio. El que hizo el Barcelona el 19 de diciembre de 2012 para informar de que cancelaba la comida de Navidad con la prensa ante la recaída que volvía a experimentar Tito Vilanova. El técnico fue intervenido por segunda vez un día después y con el Año Nuevo se marchó a Nueva York para buscar, primero, una segunda opinión médica y, después, para recibir un nuevo tratamiento.
Como primer entrenador del Barcelona, Vilanova había tenido unos números asombrosos. En 25 partidos había ganado 22, había empatado dos y había perdido uno, el de Glasgow. El club le pidió a Jordi Roura que continuara con su labor y las tres victorias que logró su equipo en los tres partidos que quedaban de la primera vuelta llevó al Barça a cerrar la primera mitad del campeonato con 55 puntos de 57 posibles. Solo se había dejado en el camino los dos del partido ante el Real Madrid. Un dato histórico.
El Barça intentó sobrevivir a su ausencia
Pero la ausencia de Tito pesó más de lo que todos en el Barcelona hubiesen querido. Lo reconoció el propio Messi en la recta final de esa temporada que terminó, no obstante, con el título de Liga en las vitrinas del Barcelona. "Cuando se fue él, sí que notamos el cambio. No fue porque Roura o la gente que se quedó no estuviera al nivel, sino porque la imagen del primer técnico era la que faltaba. Obviamente no era lo mismo", dijo en mayo a una televisión mexicana.
Algunos partidos del Barça lo pusieron de manifiesto, como la eliminación en la Copa ante el Real Madrid -con una derrota por 1-3 en el Camp Nou-, la ida de los cuartos de la Champions ante el Milán -con un 2-0 en San Siro-, la derrota en Anoeta en la Liga...
Vilanova no se volvió a sentar en el banquillo del F.C. Barcelona hasta el 2 de abril de 2013, en la ida de los cuartos de final de la Champions ante el París Saint-Germain. El equipo azulgrana empató a dos en París, un resultado que le dio el pase a las semifinales porque la vuelta acabó con un empate a uno. Después llegó aquella eliminatoria ante el Bayern en la que los alemanes les pasaron por encima a los blaugranas con un resultado global de 7-0. Pero en la Liga, el equipo de Tito lo ganó todo, salvo un partido en San Mamés que acabó con un empate a dos. El balance en esta etapa fue de ocho victorias, tres empates y las dos derrotas ante el Bayern.
El técnico acabó la temporada como campeón de Liga, un título que su equipo logró a falta de cuatro fechas para la conclusión, con una ventaja de 15 puntos sobre el Real Madrid y, sobre todo, con 100 puntos en su casillero, igualando el récord que un año antes había logrado su máximo rival.
Pero ahí se quedó su trayectoria como entrenador del Barcelona. Una nueva recaída lo alejó del banquillo blaugrana definitivamente. El club descartó las interinidades y trajo a Gerardo Martino para abrir una nueva etapa en el equipo aunque manteniendo la esencia de Guardiola y de Tito. Este, a partir de ese momento, se centró exclusivamente en luchar contra la enfermedad que le había impedido convertirse en el ayudante que pudo ser incluso mejor que su maestro.
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Reportatge de Sique Rodríguez sobre Tito Vilanova (25/04/2014)
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Tito Vilanova, emblema del barcelonismo
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Alfredo García
Coordinador digital de las emisoras de la SER. Anteriormente, y durante más de una década, fue responsable...