Retenido el dinero de los usuarios de las tarjetas PayPal y otras
El Banco de España retira la licencia a la gestora YoUnique Money dejando más de 100.000 afectados
Madrid
Los usuarios españoles de la tarjeta prepago de PayPal no ganan para disgustos. Aún pasando la resaca que les provocó el cobro indebido de finales de año, les toca ahora enfrentarse a un nuevo contratiempo: el Banco de España ha revocado la licencia para operar de YoUnique Money (YUM), la empresa encargada de la gestión, dejando las tarjetas inutilizadas y, por el momento, su dinero retenido.
En esta ocasión, los afectados no son exclusivamente los usuarios de las tarjetas prepago de PayPal, sino todos aquellos poseedores de medios de pago cuya gestión corre a cargo de YUM. En total, la propia empresa cuantifica los consumidores damnificados en más de cien mil.
“Recargué la tarjeta con 150 euros el mismo día que las paralizaron porque tenía que hacer un pago urgente. Ahora tendré que esperar varios días a que me devuelvan el dinero, me ha sentado fatal”, comentaba Martín Valencia, uno de los usuarios afectados, a SER Consumidor.
La empresa gestora, YoUnique Money, ha declarado que no entiende la decisión del Banco de España tomada, a su parecer, “de forma unilateral y con ocultamiento”. Asimismo, afirman haber realizado todas las gestiones a su alcance para que la sanción se paralizase o aplazase, lo cual ha sido imposible.
Todo parece apuntar a que la sanción que ha provocado la retirada de la licencia responde a los sonados errores que YUM ha cometido en su gestión durante los últimos años y que han provocado importantes trastornos tanto a empresas como a consumidores. “YUM no ha sido honesto con sus usuarios. Sabían que les iban a suspender el servicio y han permitido que siguiéramos haciendo recargas de saldo hasta última hora”, opina un hastiado Martín Valencia sobre el asunto.
Como medida para minimizar las molestias que lo acontecido pueda haber causado a los afectados, YUM ha implementado un protocolo de actuación que supone rellenar un PDF con algunos datos personales del cliente y enviarlo a la dirección de correo que aparece en su página web, para proceder a la devolución de los saldos congelados.
Al contrario de lo que podría haberse imaginado, esta medida también ha levantado ampollas entre consumidores que, como Miguel Melgar, afirman que el proceso va “en contra de lo que es una tarjeta prepago, que se supone anónima y sin vinculación con otra cuenta bancaria”. Al ese respecto, continúa diciendo, “yo prefiero no reclamar el dinero pero, sumando a todos los que hagan lo mismo, se amasan una buena suma de dinero”. Los usuarios de las tarjetas prepago se muestran recelosos a dar sus datos a una empresa que ya no les transmite ninguna confianza tras su sucesión de unos errores que muchos ven ya como malintencionados.
Por su parte, PayPal ha declarado en un comunicado público que “lamenta los inconvenientes que se hayan podido causar”, si bien se desmarca totalmente de ellos como ya hiciera anteriormente en circunstancias similares.
Una vez más, su respuesta no ha sido del agrado de los usuarios por la tardanza (desde que se congelaron las tarjetas hasta la fecha de su comunicado oficial hay tres días de diferencia), como por no ofrecer personalmente soluciones a los percances. “Siguen en la misma línea, como antes, dejan todo al gestor y proveedor de la tarjeta”, critica Valencia.
A la pregunta de si los usuarios de sus tarjetas prepago podrán seguir utilizando en un futuro el servicio hasta ahora gestionado por YUM, PayPal ha preferido guardar silencio por el momento. Lo que sí ha querido garantizar es que el resto de clientes, fuera de España, no se verán afectados debido a que sus tarjetas son gestionadas por empresas diferentes que no guardan relación alguna con YUM.