Verdades que son mentira

Madrid

Probablemente sea uno de los virales más populares en los últimos meses. Comenzó en Tumblr, pasó por Twitter, de ahí a cientos de grupos de Whatsapp, llegando a prensa y canales de televisión de prácticamente todo el mundo.

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Probablemente ustedes habrán recibido la foto del famoso vestido. Las opciones eran varias y al tiempo que se extendía la fotografía, iban apareciendo motivos y razones por las que dependiendo de quienes lo mirasen, lo viesen de un color u otro. Para unos el vestido era blanco y dorado, para otros azul y negro.

¿El motivo?, nuestras retinas son las encargadas de diferenciar entre las diferentes tonalidades de un color. Aunque no solo son nuestras retinas, la luz y cómo hayamos acostumbrado a nuestros ojos a lo largo de nuestras vidas, será determinante para distinguir los colores.

Finalmente, el debate cesó, el vestido es azul. Las diferentes tonalidades surgidas en el intenso debate tienen un por qué. La ilusión óptica capaz de hacernos ver la luna más grande cuanto más nos acerquemos al horizonte o ver tranpantojos pintados en el suelo como obejetos reales.

Está todo en nuestra mente, y eso es lo que le ha pasado a Anna Allen, una joven actriz española que se ha inventado toda una vida profesional.

En estos momentos la actriz interpretaba a Marta Altamira, novia de Toni Alcántara en 'Cuéntame cómo pasó'. Es uno de los papeles que más fama le dieron y parece que a ella no le sirvió el trabajo dentro de nuestras fronteras y decidió cruzar el charco. Y la hizo inventarse historias como la participación en 'The big bang theory'.

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Esta farsa laboral se ha apoyado en la herramienta de photoshop y en el poder de las redes sociales. Allen ha mantenido una identidad paralela a la suya y ha subido fotos en diferentes eventos en los que realmente, nunca ha estado.

El último, su presencia en la Gala de los Oscar's. Un fotomontaje poco elaborado que Allen subió a su cuenta de Instagram fue lo que reveló dos años de engaño. A partir de este momento salió a la luz la falsedad de las entrevistas y las fotografías que compartió a través de las redes sociales.

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Anna Allen ha encontrado en los últimos días la fama que tanto había deseado y ha copado cientos de montajes en los que aparece en todo tipo de escenarios. Algo parecido a lo que vimos con el Pequeño Nicolás.

Desde que se ha destapado la falsa vida de la actriz, diferentes medios han intentado ponerse en contacto tanto con ella como con su agencia de comunicación encontrando, la callada por respuesta.

Y otro viral, este esconde una historia mucho más lamentable.

Si vemos el vídeo lo más normal es sentirse avergonzado por la condició humana. Un joven visiblemente bebido es grabado mientras golpea las piernas de una chica parada en un semáforo y la tira al suelo. Tras esta agresión los amigos le jalean y se rien de la hazaña de su amigo, la joven por su parte apenas es capaz de reaccionar con un "¿qué haces?".

Desde que el vídeo fue subido a internet los Mossos d'Esquadra hicieron un llamamiento para la identificación del agresor. Entre el revuelo y la indignación por el hecho surgieron algunos sospechosos que fueron el blanco de cientos de críticas a través de las redes. Finalmente el agersor, un joven de 24 años, se ha entregado este martes a la policía en la comisaría de Talavera de la Reina, Toledo.  Se le acusa de una falta de vejaciones injustas.

Nos sorprendemos con cualquier cosa, nos inventamos una vida, atacamos otras. Las redes sociales están trastocando nuestras vidas, condicionan nuestros intereses, las conversaciones que mantenemos, las vidas que vivimos, los actos que cometemos. Si nos paramos a pensar, no sé si nos hacen bien o definitivamente, estamos perdiendo la cordura.