La instructiva fábula del barrendero madrileño

Se toma hoy este Ojo un respiro del agobio catalán, y espero contar para ello con el visto bueno de los sufridos oyentes. Solo destacar los sorprendentes milagros de ese ministro de Justicia que sabe con antelación lo que van a hacer los tribunales, e incluso por qué lo hacen. ¡Qué magnífico ejemplo de separación de poderes ha ofrecido a la ciudadanía el boquirroto Rafael Catalá!

Ampliar

Pero quería traerles hoy la instructiva fábula del barrendero madrileño. Verán: resulta que hace dos años –les voy a decir cifras redondas- había en Madrid 6.300 barrenderos. Hoy son 3.500. Una reducción superior al 40%. ¿Resultado? Que las calles, como es evidente, están repugnantes. Claro.

¿Y por qué esa tremenda reducción de trabajadores? Pues porque Ana Botella hizo una licitación de servicios en 2013 y logró ahorrar un 10% sobre el anterior. Así que las empresas ganadoras del concurso sufrieron tanto por esa reducción que prescindieron del 40% de los trabajadores. OHL, Sacyr, FCC y Ferrovial, tan conocidas del señor Bárcenas, debieron pensar que nadie les iba a pedir cuentas por dar un servicio desastroso. La alcaldesa actual, Manuela Carmena, ha dicho que ya está bien de burlas a los ciudadanos, y las ha forzado a incorporar, de inmediato, a 500 barrenderos como brigada de choque. Y luego, más.

¿Ven como no todos son iguales cuando se habla de servicios públicos?