Aunque la mona se vista de seda
El escándalo por la vulneración de derechos que supone negar el asilo a los que huyen de la guerra ha obligado a introducir algunas cautelas en el borrador de la UE
La opinión de Pepa Bueno: 'Aunque la mona se vista de seda'
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Madrid
La Unión Europea mantiene su intención de expulsar a Turquía a todos los sirios que entren por esta frontera. Y así lo negociará hoy con el país de Erdogán. El escándalo por la vulneración de derechos que supone negar el asilo a los que huyen de la guerra ha obligado a introducir algunas modificaciones en el texto que suavicen su apariencia. Se comprometen a estudiar una por una las peticiones de asilo… y a continuación decirles de uno en uno que los mandan a Turquía. No serán deportaciones colectivas, dicen, porque lo prohíbe toda la legislación internacional. Serán devoluciones masivas, atendidas, eso sí, de uno en uno.
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La cena de trabajo de los mandatarios ha terminado de madrugada y Merkel anticipaba que el acuerdo no será fácil. A petición española, el texto también incorpora un trato especial, no precisado todavía, para la expulsión de menores, mujeres embarazadas o personas enfermas.
Rajoy valoraba el texto final así: “Hemos introducido, que a mí me parece muy positivo, que todas las solicitudes de asilo se tramiten de forma individual. Supone que hay que cumplir unos requisitos, unos procedimientos y que tiene que haber una decisión al final, que además es recurrible”.
¿Recurrible ante quién, ante el funcionario griego de la frontera que atiende la petición? ¿Qué pasa durante el recurso? ¿Quién lo resuelve, en cuánto tiempo? ¿Quién fiscalizará el trato que les den a los refugiados en Turquía cuando los devuelvan? Y además, ¿qué pedirá finalmente Turquía hoy a cambio por convertirse en el muro exterior europeo? Queda mucha letra pequeña todavía por desbrozar.
Así que tenemos por delante un día intenso, centrado en taponar a futuro una vía de acceso a la Unión. No consta que los mandatarios, los jefes de gobierno de todos los países, que son quienes toman la decisión última y no Bruselas, vayan a hablar de la emergencia social que ya existe en suelo europeo, en Idomeni, en Grecia, por ejemplo. Ni si se va a analizar cómo afrontar, una vez bloqueada la ruta de los Balcanes, el flujo que no se detiene y busca otras salidas. Esta semana, por ejemplo, ha vuelto a haber un naufragio en el canal de Sicilia de una embarcación que había partido de Libia.