¿A quién exigiremos responsabilidades?

Madrid

¿Por qué sigue siendo secreto el voto con el que los diputados eligen al presidente del Congreso y a los miembros de la Mesa?. ¿Por qué se nos sigue negando el derecho a saber qué hacen con nuestros votos, para qué los utilizan, en qué tipo de componendas participan?. Se nos llenó el depósito de la esperanza con el combustible de un nuevo tiempo político y se les llenó la boca de remedios para la desafección. Pasó el tiempo, desaparecieron ciertos ardores y hoy, a esta hora, resulta patético tener que asumir que hay diez votos fantasma, diez votos de otros tantos parlamentarios que no tienen la decencia ni la valentía de admitir lo que han hecho y por qué lo han hecho.

La desafección es hija de comportamientos como este. Aquel "no nos representan" se alimentaba de actitudes en las que también abundaba el secretismo y que denotaban un uso partidista de las instituciones.  ¿Qué es sino eso lo que ha vuelto a ocurrir en el Congreso? Hace diez años esta discusión era impensable, hoy es imprescindible. Existe el riesgo cierto de que la repetición de las elecciones, todo este tiempo estéril también haya rebajado algo la fiebre regeneradora. Para evitarlo conviene denunciar los defectos del método cuando son tan evidentes.

Si sabemos lo que hemos votado, si sabemos por qué hemos votado, si sabemos a quien votamos... deberíamos saber también para qué usan nuestro voto. Sólo si sabemos que hacen con él, podremos pedirles explicaciones, y si renunciamos a saberlo, ¿a quién exigiremos responsabilidades?...