Un total de diez diputados se han sumado al acuerdo alcanzado entre el PP y Ciudadanos para la conformación de la Mesa del Congreso al dar su apoyo a los candidatos de ambos partidos para la vicepresidencia de la Cámara baja. Los votos -secretos y en urna- obtenidos por los vicepresidentes de Ciudadanos, Nacho Prendes (96 votos), y del PP, Rosa Romero (83 votos) suman diez papeletas más que los que sumarían la totalidad de los escaños de ambos partidos (169). Todas las miradas apuntan a la antigua Convergència, al menos cinco de sus diputados habrían votado a favor de esa mesa. La formación nacionalista está pendiente de que la nueva Mesa del Congreso autorice la formación de su grupo parlamentario a pesar de que no cumple con todos los requisitos que marca el Reglamento del Congreso. El PP ya anticipó que estudiaría su petición y que sería «generoso». En los últimos días, el portavoz de CDC, Francesc Homs había desvinculado cualquier acuerdo para la Mesa a su derecho a tener grupo parlamentario, que consideraba un asunto jurídico y no político. No obstante, y de confirmarse que sólo cinco diputados de CDC habrían apoyado a los candidatos del PP y Ciudadanos, faltarían otros cinco votos que, en teoría, sólo podrían proceder del PNV, ERC, Coalición Canaria o Bildu. Fuentes del PNV han negado que procedan de sus filas, y subrayan que los cinco diputados vascos han optado por el voto en blanco. CDC y ERC también lo niegan. Ya en la segunda votación para la Presidencia del Congreso, CDC, el PNV y ERC han votado en blanco sin apoyar ni a la candidata del PP, Ana Pastor, ni al del PSOE, Patxi López. Estos diez diputados fantasma han sorprendido a los diputados de la izquierda. El propio Pablo Iglesias ha preguntado en el hemiciclo a otros partidos para averiguar de dónde venían esos votos de más. De hecho, el líder de Podemos se ha dirigido a Joan Tardá, de ERC, para saber si él estaba al tanto de qué podía estar sucediendo, a lo que ha contestado que ni idea. Más tarde, en rueda de prensa, Iglesias aseguraba sentirse decepcionado con el resultado de la votación y ha acusado a Francesc Homs de haber llegado a un acuerdo «con quienes quieren encarcelarle» por su participación en la consulta del 9N. El líder morado prevé que gracias a sus votos y a los del PNV, Rajoy podrá formar Gobierno durante su investidura, algo que no sabe cómo podrán explicar ambas formaciones en sus respectivas comunidades autónomas si esto llega a salir a la luz, ya que la segunda votación ha sido secreta. Al mismo tiempo, en los pasillos del Congreso, periodistas e integrantes de los equipos de la dirección del PSOE se hacían el mismo planteamiento y se preguntaban si entre PP y partidos nacionalistas había alguna clase de acuerdo no conocido. En la misma línea de Podemos, Antonio Hernando cree que Rajoy ha inaugurado una senda que suma, al menos 179 votos, y que cuenta con el apoyo de nacionalistas o independentistas. «Los votos no vienen de París ni los traen las cigüeñas...Los otros 10 votos deben de ser de nacionalistas o independentistas. Es una senda a través del voto secreto. Ahora tiene que convertir esos votos secretos en votos públicos en una investidura», ha dicho. Asimismo ha invitado al presidente en funciones a informar a cambio de qué ha conseguido esos apoyos y le ha pedido que se esfuerce en conseguir que quienes hoy han apoyado la Mesa del Congreso, permitan su investidura.