La insólita propuesta de un presidente que no gobierne

Madrid

Si todo se desarrolla como previsto, el Congreso de los Diputados volverá a rechazar hoy a Mariano Rajoy como presidente del Gobierno y se abrirá un plazo de dos meses para que los distintos grupos vuelvan a negociar una salida.

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Las últimas horas han sido escenario de enormes presiones, internas y externas, sobre el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, para que cambie de posición y favorezca la abstención. Las presiones sobre Sánchez son lógicas por parte de quienes quieren que gobierne el PP: lo que no parece lógico es que no existan presiones similares, igual de fuertes, sobre Mariano Rajoy para que decida retirarse como candidato y abra la puerta a otro dirigente del Partido Popular que suscite menos rechazo que él mismo.

Cualquiera que escuchara con atención las intervenciones del pasado miércoles, debería haberse quedado asombrado por la enorme condena, casi unánime, que provocó la actuación de Mariano Rajoy durante sus cuatro años al frente de la Moncloa y sus ocho meses en funciones. Incluso su aliado, Albert Rivera, que pidió el voto para Rajoy, aseguró que no era su candidato y que no se fiaba lo más mínimo de él.

La posición de Ciudadanos, es realmente curiosa. Rivera llegó a proponer algo insólito: permitamos entre todos a Rajoy que sea presidente del Gobierno e impidamos entre todos que gobierne. Pongámonos de acuerdo para impedir al nuevo presidente que mueva un dedo, porque nada de lo que quiera hacer por sí mismo nos merecerá confianza ni ayudará a solucionar los problemas de este país respecto a la corrupción o la regeneración de las instituciones, por ejemplo.

Realmente la salida que se ha pretendido dar a la crisis política en este país no debe tener precedente en el mundo entero. Apoyemos todos juntos a alguien que no queremos.

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