¡Ah, los barones –y la baronesa- socialistas!

Madrid

No sé si a ustedes les pasa lo mismo: hay días tontos que este Ojo se muere de ganas de creer en la reencarnación para poder volver a este mundo como barón de ese partido que se llama PSOE. O incluso baronesa, que ya puestos a pedir imposibles, tendría su punto. Porque lo primero que se consigue cuando uno se hace –o le hacen- barón o baronesa socialista es divertirse mucho, muchísimo. Porque tiene su gracia que un día sí y otro también te dediques a incordiar a tu secretario general, que debe ser de mucho reír.

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Si eres barón –o baronesa- puedes pactar con quien quieras y te dé la real gana, por aquello de la gobernabilidad. ¿Con Ciudadanos, como ha hecho Susana Díaz en Andalucía? Pues con Ciudadanos, que son unos chicos que tienen un gran sentido de Estado. ¿Qué para lograr la investidura necesitas los votos de Podemos o IU, como Fernández Vara, García-Page o Javier Fernández? Pues con ellos, que esos sí que son el futuro y apuestan por un cambio verdadero.

Y todavía nos quedan los pactos de Ximo Puig, que tienen su mérito. ¿Alguien les ha insultado, vituperado, regañado o castigado por ello? Pues ahí les tienen ustedes, dispuestos a señalarle a Pedro Sánchez el camino de la rectitud y la ética.

Un chollo, esto de ser barón –o baronesa- socialista.