Josep Borrell, quien fuera candidato socialista a la Presidencia del Gobierno en 1999, ha hecho un llamamiento en «Hoy por Hoy» para que los miembros del partido «se tranquilicen y encuentren puntos de diálogo» que eviten la «implosión del PSOE». Considera que Pedro Sánchez sigue siendo el secretario general del partido, pese a la dimisión de 17 miembros de su ejecutiva, porque «solo puede ser cesado por un congreso o por una moción de censura en el comité federal». «No existe el concepto de comisión gestora en el estatuto del PSOE. Dicen que hay un golpe de estado, pero si lo fuera, estaría organizado por un sargento chusquero». Borrell reconoce que «hay una lucha de poder» en el PSOE que «solo puede ser resuelta en un congreso extraordinario», que «ya no se puede parar, le guste o no a los dimisionarios» de la ejecutiva de Sánchez. A su juicio, para empezar a «coser» el partido, la prioridad debería ser «fijar una posición frente a la formación del gobierno». Y cree que esa decisión se puede tomar este mismo sábado en la reunión del comité federal. Borrell ha retado a los críticos de Sánchez a que se pronuncien en esta misma cita: «Madina tendrá que salir de su indecisión y la señora Díaz tendrá que decir cómo vamos a la oposición. Díganme ustedes qué quieren hacer de una vez. No se escondan bajo el ala, no miren hacia otro lado, no vayan a los platós de televisión contando lo que no dicen en el comité federal». Para el exministro socialista, el mayor reproche que puede hacer a los detractores de Sánchez es que «decidieron colectivamente» su no en la investidura a Rajoy pero luego han criticado al secretario general del PSOE por intentar buscar una alternativa: «Cuando Díaz dice que no se puede gobernar con 85 diputados tenía que haber sido consecuente y decir: nos tenemos que abstener. No lo dijo porque es impopular». Cree Borrell que el futuro de la izquierda española pasa por «el posicionamiento del PSOE respecto a Podemos». Ha recordado que el expresidente Felipe González pidió respeto para los once millones de votantes del PP. «Pero los cinco millones de votantes de Podemos» -ha dicho- «también se merecen respeto». «También habrá que hablar con el señor Iglesias. Muchos de los hijos de los socialistas están allí. No podemos imaginar que la izquierda vuelva a gobernar si no hay convergencia».