Una buena noticia

Madrid

El grupo parlamentario socialista decidió finalmente, no se sabe bien cómo, que no permitirá con su abstención que el ex ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, ocupe la presidencia de la Comisión de Asuntos Exteriores en el Congreso de los Diputados, ni de ninguna otra comisión relevante. Los socialistas respetarán el acuerdo sobre reparto de presidencias de comisiones parlamentarias, pero el PP deberá presentar a un candidato diferente si quiere conservar exteriores.

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Es una buena noticia, excelente, que se impida que alguien tan inadecuado como el señor Fernández Díaz, sometido a investigación por la Cámara por conspirar contra adversarios políticos, ocupe un cargo institucional de relevancia. Es así como se protege a las instituciones, velando por su integridad y buena fama, no respetando pactos ciegos, como ha ocurrido hasta ahora. Sea como sea, lo importante es que un político tan desprestigiado como el señor Fernández Díaz no represente al parlamento español en ningún lugar y eso habrá que agradecérselo primero a Podemos, que dio la voz de alarma, y después a los socialistas en cuya mano estaba realmente impedirlo.

Queda, sin embargo, una pregunta sin responder: ¿Quién toma esas decisiones en el PSOE?, el presidente del grupo parlamentario, Antonio Hernando, dijo, 24 horas antes, que los socialistas se abstendrían y que allá el PP con sus candidatos. ¿Quién le ha hecho cambiar de opinión?, ¿sus compañeros de grupo?

El portavoz socialista en la Comisión de Exteriores, Ignacio Sánchez Amor, que ha pedido otro candidato al PP, no tiene autoridad para decidir algo así. ¿Ha sido acaso la comisión gestora?,  es de suponer que tampoco, porque no está autorizada para tomar una decisión política. El Comité Federal si lo está, pero ¿alguien tiene noticia de que sus doscientos y pico miembros hayan sido consultados?, eso son los problemas que tiene saltarse los procedimientos: todo queda muy confuso.