El PP recoloca a Fernández Díaz en otra comisión que no requiere votación

Madrid

No será el destino que quería pero el PP se sale con la suya y logra que Jorge Fernández Díaz presida una comisión en el Congreso. Los populares colocan al exministro del Interior en una comisión, la de Peticiones, cuya presidencia corresponde de forma automática al grupo mayoritario, sin que esté sujeta a votación entre las fuerzas parlamentarias. Es el resquicio que los populares han encontrado para compensar a Fernández Díaz tras su salida del Gobierno y después del giro in extremis de los socialistas que amenazaba con tumbar su nombramiento al frente de la comisión de Exteriores.

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Los populares no ocultan su malestar con la postura errática del PSOE, al que acusan de hacer seguidismo del populismo de Podemos y de no respetar los acuerdos institucionales para el reparto de comisiones, al tiempo que defienden a capa y espada al reprobado Fernández Díaz de lo que califican como cacería organizada.

Fuentes del PP señalan que Pilar Rojo, su hasta ahora presidenta de la Comisión de Peticiones que han movido para hacer hueco a Fernández Díaz, ocupará una de las dos presidencias todavía vacantes: la de Exteriores y la del Tribunal de Cuentas. Pese al malestar por lo ocurrido, los populares dicen que ellos sí cumplen los acuerdos y no intentarán torpedear los puestos de otros grupos en las comisiones parlamentarias.

La Comisión de Peticiones funciona como una especie de buzón de sugerencias, que recoge las quejas y peticiones de los ciudadanos y las deriva a los organismos e instituciones competentes, bien sean comunidades autónomas, ministerios, tribunales de justicia, Defensor del Pueblo... Un destino de bajo perfil, sin apenas relieve institucional y sin actividad legislativa, sus sesiones son a puerta cerrada y sus reuniones bastante esporádicas. Como todas las presidencias de comisión garantizará a Fernández Díaz una retribución superior a la que tendría como diputado raso, en torno a 6.000 euros mensuales, además de un asistente parlamentario.

El giro del PSOE y Ciudadanos

El PSOE, que el martes desechaba dar la batalla, rechazando incluso la oferta de Podemos para pactar una alternativa con nombre socialista para presidir la comisión, este miércoles presionaba al PP para impedir que el exministro reprobado presidiera la comisión aunque eso vulnerara el acuerdo no escrito para el reparto de comisiones. Así las cosas, y en su compleja pugna por ver quién lidera la oposición, el PSOE se apuntaba el tanto mientras Podemos recordaba que sin su presión, socialistas y Ciudadanos habrían hecho presidente a Fernández Díaz con su voto en blanco.

El cuarto actor en este episodio, Ciudadanos también daba un paso más allá del voto en blanco al sugerirle al PP que cambiara su candidato si quería presidir la comisión de Exteriores, fuentes de la formación naranja admitían que si el PP se obcecaba con Fernández Díaz y el PSOE planteaba una alternativa, votarían al candidato socialista.