Muere Sharon Jones, la gran voz del soul del siglo XXI
La cantante ha fallecido en el hospital a los 60 años tras pasar dos años luchando contra el cáncer
Madrid
Sharon Jones ha perdido la guerra contra el cáncer después de ganar varias batallas. La cantante estadounidense ha fallecido a los sesenta años de edad de un cáncer de páncreas. Concluye así el cuento de hadas de esta mujer valiente que dejó atrás una vida como funcionaria de prisiones para convertirse en una de las grandes estrellas del soul del siglo XXI.
Sharon Jones debutó en la música tarde, en 2002, de la mano de Daptone Records, y comenzó un viaje vital hacía la cima del soul gracias al empuje que recibió el género de la mano de Amy Winehouse, que grabó en su casa y giró con su banda, los Dap-Kings. Jones se benefició del éxito de Wihehouse y de la revitalización del soul para consagrarse en 2007 con '100 days, 100 nights', un álbum que enseñó al mundo la fuerza de su música. "Siempre he sabido que Dios me ha bendecido con un don y por eso siempre he sabido que un día la gente me acabaría aceptando por mi voz y no por mi aspecto. Nunca he pensado que sería una gran cantante, pero siempre he deseado que algún día me llegara esa oportunidad con la que soñaba", explicaba a Sofá Sonoro en enero de 2014, cuando editó 'Give the people what they want ' (Daptone), el disco en el que trabajaba cuando le diagnosticaron el cáncer.
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Jones, que durante años fue una cantante de bodas en Nueva York, fue el gran nombre de Daptone Records, una mujer que consiguió hacerse un hueco en la música contra pronóstico comenzando una nueva vida cuando rondaba los cincuenta años. El éxito de su música y de sus actuaciones supusieron un giro en el guion de esta mujer que nunca se vio teniendo fama, pero cuya energía y magnetismo le abrieron las puertas de su sello de Brooklyn y más tarde de Europa, donde siempre fue tratada con enorme respeto y cariño. La enfermedad de Jones fue un duro golpe que pilló a la cantante en su mejor momento profesional, pero también una oportunidad para comprobar que esta mujer estaba hecha de una pasta especial. "Cuando me miro al espejo y veo que no tengo cejas, ni pelo, me veo rara. Pero sigo siendo yo", explicó a la Cadena SER en su regreso. "Esa del espejo soy yo y no hay que avergonzarse de ello. Además solamente será un tiempo. Volveré a la carretera y la gente que vaya a nuestros conciertos irá viendo cómo me crece el pelo semana a semana y mes a mes. La música es lo que me mantiene sana", apuntó.
A finales de 2014, Jones regresó a España. "Estoy libre de cáncer", gritó eufórica ante el público madrileño en una noche intensa en la que recorrió su carrera. La velada dejó claro que Sharon Jones tenía un algo especial, un algo difícil de explicar, un algo que se siente cuando estás ante ella y ves toda la pasión que pone en lo que hace y la sonrisa que siempre luce sobre las tablas. Todo esto creaba un clima especial en las salas de medio mundo, salas que sin remedio acababan rendidas a esta mujer invencible que transmite amor por la vida, por la música y por la gente. Su legado es ese y cinco discos de estudio, cinco trabajos que recuperaron la fuerza del soul añejo para una nueva generación. Álbumes poderosos del sueño musical que vivió esta mujer menuda y entrañable que contó su historia en el reciente 'Miss Sharon Jones', un documental que narra su vida y su lucha contra el cáncer. Su muerte deja un hueco en la música y una enorme tristeza entre los aficionados de la música negra que pierden a un referente y a un ejemplo de pasión, a una mujer que vivió en la sombra, trabajando duro y cantando por pasión hasta que a una edad impensable debutó en la música y comenzó su cuento, un cuento hermoso de terrible final. "Nunca me han dado un Grammy ni seré una gran estrella, pero la música me dio la oportunidad de comprarle una casa a mi madre y sacarla de los pisos de protección oficial. Ver su cara cuando se sentó allí y me dijo lo feliz que era y lo orgullosa que estaba de mí fue increíble", explicó Jones en nuestro encuentro.