Qué raro, ¿no?
Pablo Iglesias está seguro de tener un pensamiento feminista y se ve a sí mismo como un aliado de las mujeres en su lucha por la igualdad, y seguramente es así, pero lo que dijo ayer es un patinazo importante
La Mirada de Soledad Gallego-Díaz: 'Qué raro, ¿no?'
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Madrid
Rectificar es de sabios y esta cadena de radio hizo bien en publicar íntegras las declaraciones de Pablo Iglesias.
Ahora ya solo hace falta que Pablo Iglesias rectifique su opinión sobre la feminización de la política porque, oídas integras esas declaraciones, contienen un serio error de criterio respecto a la posición de las mujeres en la sociedad: hace ya mucho tiempo que se sabe que el rol de las mujeres como cuidadoras es un rol social, en absoluto producto de su condición de mujer, de su “feminidad”. ¿Acaso un hombre en paro que cuida a sus hijos mientras su mujer trabaja se feminiza?, ¿por qué?, ¿en qué consiste eso de feminizarse?.
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Pablo Iglesias está seguro de tener un pensamiento feminista y se ve a sí mismo como un aliado de las mujeres en su lucha por la igualdad, y seguramente es así, pero lo que dijo ayer es un patinazo importante, seguramente producto de una educación determinada y de un momento de confusión mental. A Iglesias le parece “importante y bien” que las mujeres ocupen cargos de representación, pero mantiene una extraña teoría sobre la necesidad de que las mujeres se feminicen.
¿Qué es eso de que no sirve de nada poner a mujeres como portavoces “si estas no están feminizadas”?
Soledad Gallego-Díaz
Es periodista, exdirectora del periódico 'EL PAÍS'. Actualmente firma columnas en este diario y publica...