Los que no pueden cerrar a las 18:00
"Quedaría paralizado un país", sostiene la patronal hotelera.
Madrid
"Me imagino que las emisoras de radio o los canales de TV no van a estar funcionando de 9 a 18. Pues igual les ocurrirá a miles y miles de actividades de pequeñas empresas, de autónomos, del sector sanitario, de la seguridad, la vigilancia, el transporte, la hostelería, el comercio...". Es la respuesta de Emilio Gallego, secretario general de la Federación de hostelería y restauración -FEHR- cuando se le pregunta por el cese de actividad a las 18.00 horas, en aras de la racionalización de horarios laborales propugnada por la Ministra de Empleo, Fátima Báñez.
Coincide con él Juan Molas, presidente de CEHAT, que sostiene que para el sector hotelero no hay la opción de terminar a las 18 horas. "Es absolutamente imposible. El servicio que los hoteles ofrecen es de 24 horas, con lo cual tenemos que establecer los turnos de personal correspondientes". Le ocurre a muchos otros sectores, si todos cerrasen a esa hora, concluye, "quedaría paralizado un país".
En la misma línea, Ignacio García Magarzo, director general de la patronal de supermercados ASEDAS, enfatiza que "por trabajar en lo que trabajamos, tenemos la obligación de servir al consumidor cuando éste lo necesita".
Turnos para conciliar
Todas estas patronales coinciden en que la amplitud de horarios que caracteriza a sus sectores es compatible con que sus trabajadores puedan conciliar su vida personal y laboral".
Apoya su argumento Isabel Araque, secretaria confederal de UGT: "La conciliación no está en (salir) a las 6 de la tarde. Está en trabajar las horas que el trabajador debe trabajar por ley y lo que se negocie en la propia mesa, y no son más de ocho horas (diarias)". El problema -dice- está en que algunos empresarios fuerzan jornadas por encima de las legales. Y echa en falta un impulso del gobierno -de la ministra de Empleo- para detectarlo, intensificando la actividad de la Inspección de Trabajo. Piensa que sanciones ejemplarizantes reducirían el problema.
Emilio Gallego cree que las inspecciones laborales son suficientes. Pero se alinea con las víctimas del abuso en la aplicación de los horarios laborales al asegurar que el fraude en la aplicación de la jornada es otra forma de competencia desleal. "Todo el que realice abusos y esté generando un tipo de fraude con sus trabajadores lo está generando con el conjunto de la sociedad y por supuesto con el resto de las empresas del sector, que son sus competidoras y están cumpliendo con todos los requisitos de la actividad".
Casa mal
Por su parte, Ramón Górriz, secretario confederal de acción sindical de CCOO, sólo ve propaganda en la propuesta de la ministra de Empleo. "Casa mal hablar de la jornada hasta las 18.00 -señala- cuando se plantea (al mismo tiempo) la libertad de los horarios. Cuando hay contratos superprecarios, salarios indignos que obligan a la gente precisamente a trabajar más horas. Si no hay una orientación de limitación de las horas extraordinarias. O de acabar con el presentismo".
Este viernes el ministro portavoz Íñigo Méndez de Vigo defendió la iniciativa de su compañera de gabinete Fátima Báñez con el argumento de que "es un debate que se ha abierto". "El pronunciarnos sobre ello, el ver pros y contras es una buena cosa". Él, por cierto, se mostró dispuesto "al menos en esto, a dar ejemplo".