Ocho tendencias de las series de 2016 para entender la ficción de 2017
Después de tanta lista de lo mejor, lo peor, lo más visto o lo más pirateado, en el primer programa del nuevo año repasamos las ocho tendencias que han dominado la televisión
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TELEVISIÓN | Ocho tendencias de 2016 para entender las series de 2017
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1. Peak Tv
Un concepto que ha estado en boca de muchos ejecutivos de la televisión americana, Peak TV, algo que podríamos traducir como el pico de la televisión. y que vendría a sustituir a la etiqueta de Edad Dorada de las Series. Es un término que utilizó, por ejemplo, John Landraf, el CEO de FX, para explicar que la cantidad de producciones se ha ido un poco de las manos. En 2015 se produjeron más de 400 series, algo inabarcable para público y crítica, aunque es cierto, que ahora hay series para todos, para cada nicho. Este Peak TV tiene mucho que ver con el aumento de las plataformas, especialmente Netflix y Amazon, y la explosión de series con gran diversidad en personajes y temáticas, así como la hibridación de géneros.
2. True Crime o el racismo
La segunda tendencia, ya consolidada, es lo que se denomina True Crime, revisar en formato documental o ficcionado casos judiciales. El género de las crónicas criminales basadas en hechos reales vive un buen momento y la gran triunfadora de este año ha sido American Crime Story, que en su primera temporada, autoconclusiva, se centraba en el juicio contra O.J. Simpson, acusado de asesinar a su exmujer. La utilización del racismo, que guía buena parte de la serie de Ryan Murphy, también es el centro de otra miniserie que ha sacudido las conciencias por su crítica al sistema educativo, al clasismo de la sociedad, American Crime. Una tercera miniserie estrenada este verano en HBO, que llegó sin hacer mucho ruido y ya es una de las más valoradas, es The Night Of un retrato durísimo del racismo de la sociedad americana y los errores de su sistema judicial y carcelario.
3. Empoderamiento femenino
Algunas de las mejores series del año tienen nombre femenino. Las mujeres han tomado las riendas, ya no solo delante de la pantalla, y por fin las han dejado escribir algunas de las ficciones más atrevidas y diferentes que hemos visto. Un buen ejemplo de estas mujeres que presumen de trasladar sus historias a la televisión es Jill Soloway, la creadora de Transparent. Las cadenas han multiplicado las voces que escriben, dirigen y protagonizan sus propias series. Es el caso de Fleabag, la serie de la cómica Phoebe Waller-Bridge para la BBC donde refleja sus miedos, su inseguridad, su amarga libertad y sus fantasías sexuales.
4. Remakes
Si de algo se ha hablado este año es de la nostalgia como género en televisión. Las cadenas no han dejado de hacer remakes de series que triunfaron en su momento. Una de las primeras en llegar este año fue Expediente X, donde Mulder y Scully volvían a las suyas. Pero, si hablamos de nostalgia, la reina indiscutible ha sido ‘Stranger things’, la ficción ambientada en los 80, con Winona Rider, ciencia-ficción y unos niños que ya son estrellas.
5. Fantasía, ciencia fición y futurismo
Este pasado año también hemos vivido la legitimación de la ciencia-ficción como género capaz de reflejar la sociedad actual. Así analizamos hace pocas semanas Westworld, la serie que más teorías ha despertado y que tantas lecturas ha provocado. Y es que, a través de un parque temático con robots ambientado en el wéstern, nos hacían reflexionar sobre la creación, la evolución o el libre albedrío. También hemos disfrutado con otra temporada sublime de ‘Juego de Tronos’, otra serie cuyo rico imaginario fantástico nos recuerda siempre a otros ejes de poder más cercanos. Nos hemos asustado un poco al vernos reflejados en los seis nuevos capítulos que Netflix ha estrenado de ‘Black Mirror’. Por ejemplo, no vemos tan lejos que nuestra vida gire en torno a la popularidad en las redes sociales, de hecho podría hacerse realidad muy pronto.
6. Directores de cine en series
No es nuevo que directores de cine se lancen a crear series, pero en estos últimos meses, hemos constatado que un nombre no es sinónimo de nada, ni de éxito ni de repercusió ni de buena crítica. El que más lo ha sufrido ha sido Woody Allen, que se embarcó en una serie y luego se arrepintió. Crisis in six scenes ha pasado sin pena ni gloria. Más en serio se lo ha tomado Sorrentino con su serie para HBO, El joven Papa. Otros fracasos, el de Scorsese con Vinyl o el acierto de Soderbergh con The Girlfriend experience.
7. Europa
En Reino Unido, además de su clásicos thrillers, nos han llegado muchas señoras y monarquía tras el fin de Downton Abbey. Netflix ha aprovechado el tirón de la realeza con The Crown de Peter Morgan. Reescribir y redescrubir a los reyes a través de la televisión, también es el caso de Victoria, que ha estrenado esta Navidad Movistar Series.
8. España
El final del año ha estado marcado por la llegada, por fin, de todas las plataformas de televisión: HBO, Amazon Prime Video, Netflix, Movistar Plus. En cuanto a la ficción, ha tenido sus altibajos, la situación no es la mejor, pero sí hemos tenido alguna sorpresa, como el soplo de aire fresco de Paquita Salas, serie de Flooxer. Algunos estrenos no tuvieron el éxito esperado como La embajada o El Caso. Mientras que El ministerio del Tiempo se ha consolidado en esta segunda temporada, como una de las series más importantes de la ficción. española. Y Velvet, una serie que no ha destacado demasiado, ha tenido un final por todo lo alto. El 2017 se presenta con muy buena pinta, llegarán Las chicas del cable a Netflix, y Movistar se lanza a la producción propia con grandes nombres como La peste, La zona y Vergüenza.